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ción no sobrepasó el periodo monárquico. Los restos encontrados apuntan a una destrucción violenta. quizá protagonizada por los babilonios. Hasta el s. II a. C. el lugar pennaneció deshabitado. A partir de esta fecha sirvió de acogida a una comunidad, conocida como "comunidad de Qumrán". Es el perio– do más interesante de Khirbeh Qumrán. y se divide en tres épocas: l ª Los testimonios arqueológicos de la primera ocupación son escasos: debió tratarse de una comunidad muy reducida, quizá una docena de personas. Este perio– do se denomina la. A finales del s. II y comienzos del I a. C. la comunidad se vio considerablemente incrementada. Aunque no hay certeza absoluta sobre el origen de procedencia de los nuevos miembros, se cree que eran fariseos enfrentados con Juan Hircano. Los testimonios arqueológicos hablan de una importante obra constructora. El final de esta época de esplendor se sitúa en el 31 a. C. Quedan restos de un terremoto y un incendio acaecidos en ese año. El periodo se conoce como Ib. 2ª.- La siguiente etapa comienza con el reinado de Arquelao (4 a. C.-6 d. C.) y concluye con el ataque a Qumrán por las tropas de Vespasiano. Durante este perio– do no se logró el esplendor de la fase Ib. aunque se ocupó gran parte de aquellas edificaciones. 3ª.- Tras la destrucción, una pequeña guarnición romana ocupó el asentamiento para vigilar las orillas del mar Muerto. La conquista de Masada, último reducto de la resistencia judía -74 d. C.-, puso fin a la presencia romana en el lugar, que fue utilizado esporádicamente por los insurrectos de la segunda revolución judía (132- 135 d. C.). 3. LA COMUNIDAD DE QUMRAN En su origen, como elemento desencadenante. se halla el nombramiento de Jonatán, hermano y sucesor de Judas Macabeo, como sumo sacerdote. Un grupo de hasidim (= los piadosos). rechazando tal usurpación -no pertenecían a la familia de Sadoc- y la imposición del calendario lunar en vez del solar, se retiraron al desierto para fundar allí, guiados por el Maestro de justicia. la comunidad del éxodo, el resto de Israel, la comunidad de la alianza. Constituida en buena parte por miembros de las clases levíticas y sacerdotales, la impronta sacerdotal de la comunidad aparece fuertemente subrayada tanto a nivel ideológico-teológico como estructural-organizativo. Configurada como una "koinonía" o comunión de hermanos, el amor fraterno era uno de sus objetivos y fundamentos: pero un amor limitado a los miembros de la secta y mientras se permanecía en ella. Para los impíos. el mandamiento es el odio: un odio teológico. Al ingresar en la comunidad el profeso juraba amar lo que Dios ama y odiar lo que Dios odia. Organizada al margen del Templo de Jerusalén, si no en contra de él, su activi- 140