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argumento se desarrolla a través de un diálogo del profeta con Dios, entre ayunos y visiones, sobre una serie de cuestiones que parte de la destrucción de Sión y del templo, subrayando la relación pecado-castigo y el tema de la justicia divina. El acento de la obra, sin embargo, no recae en el análisis de la historia sino en su final: la resurrección, el juicio y la vida eterna. Baruc ruega a Dios que apresure el juicio, para que su paciencia no se interprete como falta de poder; se le responde que el juicio llegará, pero a su tiempo: antes tienen que nacer todos los hombres que Dios ha señalado. Aspectos teológicos Sotereología: El tema de la salvación recorre toda la obra. No se basa en la elec– ción sino en las buenas obras, como en IV Esdras; pero, a diferencia de éste, ApBar(sir) no es tan pesimista respecto del número de los salvados. Entre los que poseerán el reino futuro se encuentran "los que no se apartaron de la misericordia y han guardado la verdad de la Torá" (44,14). Respecto de la Ley, y en clara polémi– ca con los cristianos, se afirma que es una, y que no habrá otra nueva ley. Mesianismo: Introduce una clara distinción entre el reino mesiánico (en este mundo) y el reino de Dios (en el más allá). El reino mesiánico lleva a cabo sólo una distinción parcial entre buenos y malos, y se coloca más en el plano colectivo que personal y moral. La resurrección de los muertos separa a ambos reinos. Este reino mesiánico a desarrollarse en este mundo será precedido por grandes dolores y tribulaciones: espada, hambre, sequía, fuego caído del cielo... La llegada del Mesías afectará a toda la tierra y a todos los vivien– tes, y sólo los que se encuentren en la tierra de Israel serán protegidos. Tendrá lugar una transformación maravillosa: el campo producirá el mil por uno: cada cepa ten– drá mil sannientos, cada sarmiento, mil racimos; cada racimo. mil granos; y cada grano producirá un coro (unos 300 litros) de vino. No habrá enfermedades, ni dolo– res, ni muertes prematuras... Las fieras se convertirán en animales domésticos... El Mesías convocará a todas las naciones, las juzgará y vivirán todos los pueblos que no hayan dominado o humillado a Israel. Expirado el tiempo de su venida, el Mesías "volverá en gloria". Expresión sobre la que existe una doble lectura: volverá del cielo a la tierra (parusía cristiana), o volverá al cielo (lo que sugeriría una preexistencia celeste). La parusía es una idea extraña al judaísmo. Según ApBar(sir). terminado su reinado terrestre el Mesías volvería al cielo sin pasar por el trance de la muerte: en IV Esdras, en cambio, experimenta la muerte. Una vez que el Mesías haya regresado al cielo, tendrá lugar la resurrección y el comienzo del reino de Dios en el más allá. Los caps. 50-51 describen la resurrección en clara polémica con los que la nega– ban. Habrá resurrección corporal y supervivientes hasta el día del juicio, los justos resucitados corporalmente serán transformados y glorificados (véase 1 Cor 15); los 107