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so: siempre están errantes y sufren, además, siete tormentos: remordimiento, impo– sibilidad de vuelta atrás, visión del premio de los justos, visión de los tormentos que les esperan, visión de la morada de los justos, visión de sus propios tormentos actuales, confusión y vergüenza. PASAJE DEL LIBRO IV DE ESDRAS El fin del mundo y sus signos (8,63-9,12) Yo respondí y dije: Señor, me has revelado ya una multitud de signos que vas a hacer en el último tiempo, pero no me has revelado en qué tiempo. Me contestó y dijo: Mídelo cuidadosamente en tí mismo: y si ves que una parte de los signos anunciados ha pasado, reconocerás entonces que ha llegado el tiempo en que el Altísimo va a visitar el mundo que ha creado. Si en el mundo aparecieran sublevación en los países, tumulto en los pueblos, choques entre las naciones, inquietudes entre los príncipes, agitaciones entre los domi– nadores, reconocerás que éstas son las cosas de las que habló el Altísimo desde los días que fueron anteriormente en el principio. Pues así como todo lo que ha sucedido en el mundo tiene un principio Loculto] en la palabra y un final mani– fiesto, así también son los signos del Altísimo: su final [se manifiesta] en hechos y milagros. Mas todos los que entonces se salven y los que entonces hayan podido escapar por sus obras o por la fe que han conservado, son los que sobrevivirán de todos los peligros que yo te he predicho: ellos verán mi salvación en mi país y en el territorio que he santificado para mí desde la eter– nidad. Aprenderán entonces reverencia los que ahora han desatendido mis caminos; permanecerán entonces en los tormentos los que los han despreciado y escarnecido. Pues todos los que no me reconocieron en vida, cuando todavía recibían de mí beneficio, los que escarnecieron mi Ley cuando todavía tenían la libertad, los que no entraron por la puerta del arrepentimiento, cuando todavía estaba abierta, y se burlaron de ella, esos serán traídos al conocimiento des– pués de la muerte. C. Apocalipsis siríaco de Baruc Características 0 enerales e~ Esta obra está muy relacionada con el IV Esdras, aunque un poco posterior a él. Compuesta poco después de la caída de Jerusalén, su lengua original fue semítica -hebreo o arameo- aunque a nosotros ha llegado en siríaco. El tema fundamental gira en tomo a la pregunta: ¿por qué los pecadores triunfan y los justos son marginados y humillados? Como a Esdras, también a Baruc se le hace comprender su incapacidad para penetrar los designios de Dios. El futuro --es la tesis de la obra- depende del juicio de Dios, que separará a buenos y malos en un mundo nuevo e incorruptible. El 106