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En las Admoniciones. por su parte, se destaca la naturaleza humana del mal: "El pecado no fue enviado a la tierra, sino que los hombres lo crearon por sí mis– mos" (98,4). Ultratumba: El pensamiento sobre este tema presenta matices a lo largo de los distintos cuerpos de la obra. Nos acercaremos a dos contenidos: el sheol y la resurrección. - El sheol: Se describe detalladamente en el Libro de los vigilantes (cap. 22). No es, como en el A. T., la morada eterna de los muertos; es un estado intermedio. Consta de cuatro "cavidades''. Las dos primeras, para las almas de los justos, las otras dos para las de los impíos. Los primeros. tras cierto tiempo saldrán para una recompensa eterna. La suerte de los impíos no es uniforme. Los que no sufrieron nada durante la vida irán a la gehenna, donde sufrirán un castigo peor y eterno; los que sufrieron algo en la vida terrena permanecerán en el sheol con unos sufrimientos menos severos. - La resurrección: la creencia en la resurrección recorre todos los estratos del libro. En el libro de los vigilantes se afirma expresamente que todos resucitarán -ex– cepto la cuarta clase de pecadores- para premio o castigo eterno. Respecto de sí esa resurrección sería también corporal, aunque no es afirmado expresamente, quizá sea la lectura correcta más probable. En la Admoniciones parece suponerse que sólo resucitarán las almas de los israe– litas piadosos, para gozar de una felicidad eterna. Mesianismo: En tres secciones aparece la figura del Mesías. La referencia más importante se halla en el Libro de las Parábolas; los otros textos son 105,2 (donde afinna la inhabitación de su hijo, el Mesías, entre los justos), y 90,37 (representado por un toro blanco: aparece después del juicio y tiene como mi– sión gobernar la comunidad de los justos). En las Parábolas aparece con los títulos de "Justo", "Elegido", "Juez" e "Hijo de hombre". Es un ser preexistente, junto al "Anciano de días". Actúa como revela– dor, vindicador de los justos y juez de todos: ángeles y hombres. El reino mesiánico: no aparece uniformemente tratado. En el Libro de los vigi– lantes parece hablarse de una especie de "milenarismo" feliz. En el Apocalipsis de las semanas será un reino temporal; en las Parábolas. se trata de un reino no temporal sino eterno; se establecerá no en la Jerusalén actual, sino en una nueva tierra que será creada con los nuevos cielos (45,4-5). Allí brillarán los justos como luminarias celestes (104,2). Influencia de Enoc en la literatura posterior Esta obra ha influido e inspirado otros cuerpos literario-religiosos desde el judaís– mo a la patrística cristiana, pasando por los escritos del Nuevo Testamento. 100
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