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474 ALEJANDRO DE VILLALMONTE, O. E. M. CAP. esfuerzo humano de acceder a la inteligencia de lo revelado. En efecto, la teoría medieval y -en cierto sentido clásica- sobre la acción de los dones era una de las formas en que se estudiaba la necesidad de lo carismático en la teología y en la vida de la Iglesia, en general. Cierto, no toda la enseñanza sobre lo carismático podría reducirse cómodamente a la teoría de los dones; pero parece claro que esta enseñanza encaja dentro de lo que la teología actual llama elemento carismático de la Iglesia en todas las dimensiones de su actividad. Si, según fórmula de Santo Tomás, bajo la presencia de los dones el creyente más es movido que se mueve, en nuestro caso el intellectus fidei más lo logra el creyente en cuanto movido por el Espíritu que por su propio dinamismo natural o bajo el dinamismo del lumen fidei. Sin excluirlos, como es obvio. E. La "revelatio" carismática como elemento del progreso del dogma. San Buenaventura habla en más de una ocasión de que el progreso o creci– miento de la Iglesia en le fe se consigue bajo el impulso de una nueva revelación ("nova revelatio") del Espíritu que asiste a la Iglesia. Así lo afirma con relativa, amplitud al discutir el problema del Filioque y su expresa formulación por la Iglesia Romana, bajo la revelación del Espíritu de Dios. Otro ejemplo se refiere a la "forma vitae" cristiana: Buenaventura está convencido por la fornza vitae evangélica predicada por Francisco en la Iglesia se debe a una "nova revelatio" recibida por el Santo de Asís. Desde luego, esta nova revelatio, por una parte no puede identificarse con el carisma del Magisterio que posee la Iglesia, aunque no se puede disgregar de él. Por otra parte no implica una novedad radical que elimine la idea de la plena revelación lograda en Cristo. Se trataría de llegar, bajo la acción carismática del Espíritu, a la más honda compresión de aquello que había sido revelado, pero que, a lo largo del tiempo todavía no había sido captado en toda su plenitud y significado para la Iglesia. Se trata, en una palabra, de una "revelatio" carismática; entiendo lo carismático en una significación muy próxima a la que es usual en la teología contemporánea. F. La ciencia teológica y la "revelatio" carismática de los últimos tiempos. La tensión entre lo carismático y lo racional, lógico, natural presente en el proceso teológico, se había desarrollado y coexistido en apreciable armonía y equilibrio a lo largo de la obra de San Buenaventura. Con ocasión de la "batalla del Hexámeron", aquel antiguo equilibrio entre lo carismático y lo científico racional en la función teológica parece rom– perse en Buenaventura, a favor de lo carismático, según sugiere una lectura