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(51) BL P. PEDRO '1'1UGOSO DE CALA'l'AYUD 395 Vicario Provincial y 8U dPfinitorio, sean de caridad ferviente, laudable8 costu mbet>s y humilde y santa co11vprsación, y de tal suerte aptos para aprenrler que puedan después con su vida y doctrina s<~r útiles y frnctífPros fm la ('asa del SPñor. Y no quieran los estudiantes adquirir la eiencia que infla, sino la ilu– minativa e inflamativa rfo la caridad, que edifica. Ni SP dediquen tan dP lleno al Pstnrlio litpi•ario, que por él dejen el estn<lio sa– gnulo de la oración, porquP ohrnrnlo así harían contra la vo– luntad PX[ll'Psa rle Nnesl,ro Padre, el cual clP ningún modo qnPría que pm· el estn,lio de las letras se dejarn PI de la santa oración. Antps bie11, parn mPjor obt<~ner PI espíritu de Cristo Señor Nuestro se esforzarán tanto los Lectores eomo los discípulos en atender más al estudio espiritual que al literal » (1). 'l1al era la m<,ta a que debían aspirar los lectores de la ÜL·den, y talP8 también la:-; concliciones a que estaba íntimamente ligado el desarrollo y <•I progrPso dP los estudios en la misma. Una fal8a eomprensión dPl problema huliiera, ahogado los m<'jores propósitos Pn :-;ns orígP1H~s o hubiera hecho totalmente imposible su rnaliza,ción, como por el contrario lllm recta inteligencia y una buena adaptación df, aquellas condiciones a las exigencias de la vida práctica estaba rlestinada a producir en dfas no le– janos opimos frutos (2l. Jill P. 'I'rig·oso en una gran visión d<~ sn <!spíritn lo comprcndi<'í a;.;í y cou un gran esfoerzo de su inteli– gcmcia lo realizó. Y ést<~ ns, si no nos eng;n,ñamos, Pl secreto ffo lt<JUPl movimiento tPológieo de la Onlen Capuchiim que dió nn gran contrihnto a la hi:-;tol'ia dP la tPología en el período de la Contrarreformn, y por el que PI P. 'l 1 rigoso pudiera mny bien llamarse 1~1 gran promotor de la escuPla bnPmtveutnrista del siglo XVII. Su obra no ser{¡ del to<lo perl'flcta; será diversamente j11zgwla por lo8 mismo,; biwnavcnttll'i:-;tas; pero es necesario no olvidar qne en to,1a PmprPsa lo:-; primeros ¡m:-;08 suplen Rer los más difícilPs (8). b. - La cloctrina del P. 1'rigoso es conciliadora. -~ Q11e la obra fle 1 1 rigoso Sf'a cmin<>ntemr·ntP conciliadora PS, a, nuestro jucio, nna verdad qnP 110 11ccPsitn dP prueba:-;. Basta leer una cuestión cualquiera de la Ruma '1 1 eológica de 8. Buenaventura para con– VPncerse de ella. Nosotros, sin 11mbargo, como hemos hecho en Constit. de 153(], un. 122-12H, en Libe;• J[emorinlis, p. 4JJ6. Cf. P. CuTHBERT, 0.11.CAP., The Capuchins. t1 Contrib11tion to the llistory o( the t. II, p. H97-4O5, London, Hl28. (H I Acerca de los estudios en el primer siglo dB la Orden Capuchina, cf. H. FELDER vo:,; Lczim:,;, O.i\'Ll:AP., Die Studien im ersten .lahrhundcrt des ]{a~ en Líber ,1Jemorial1s, p. 79-130.

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