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CAPITULO VII Regresa el venerable a Sevilla - Rosario de mujeres - Trabajos apostólicos - Retrato del padre Isidoro - Memorial para la no innovación de las imágenes de Pastora - La Hermandad de Pas– tora en nuestra iglesia de Granada - Decreto de su extinci ón - Fiestas de la canon-ización de .los beatos capuchinos, Fidel de Sig- maringa y José de Leonisa. La situación del venerable en Cádiz , a pesar de su virtud y ele! bien que hacía por los pueblos, debió ser cada día más difícil y enojosa , por– que su fundación proseguía las obras in in terrumpi damente, no podía in– tervenir en ellás, y los hermanos y el pueblo, por quienes era tan querido y venerado , no cesarían de hablar sobre la prohibición , creándole situacio– nes críticas en las que debió contes ta r sie1úpre como acostumbraba:-Dios lo quiere. hágase su voluntad divina .-EI padre provincial debió compren– der la violencia continua en que vivía el venerable y puso fin al asunto trasladá ndole a Sevilla , seg·uramente en el mes de agosto del 1736, para predicar la novena de la Divina Pastora (1) . En j ul io ele 1737 se habla ya de su estancia en dicha ciudad en el libro de actas ele la real y prí1Í\ itiva I-ler nrnndad, donde se dice que el padre Isi– doro había creado una Congreg·ación de Rosario para mujeres , que t.en ía ya hecho su estandarte y que en todo se sometería a la Hermandad (2). Advertiremos que en ·un principio los Rosa rios en Sevil la sólo se com– ponían de .hombres y cuando los acompañaban mujeres, iban detrás de la procesión. Pero en el 1735, predicando sobre las excelencias del rosar io, en la parroquia de santa Cruz, el padre Pedro Vázquez Ti noco, las mujeres, que le oían, por un acto de fervor, salieron a la calle con sus faroles e in - l. En su cabildo de 3 de abril de 1736, deja la Hermandad en suspenso cierto negodo, •para en pasando las fies tas del presente año, en cuyo caso, volviendo dicho muy revéh;ndo padre, pueden tomar mejor semblante las circunstancias del tiempo,. L DE ACTAS, f. 3. Luego . lo esperaban, para predicar la novena en agosto y ya como se verá siguió de familia en el con• vento de Sevilla ) ,~sta su muerte. - 2. L c., ff. 7 y s.

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