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860 BIBLIOGRAFÍA sacar de éÍ e1 esquema· pedido: en el sermón pudo extenderse cuanto quiso; en el esqueleto• suprimir cuanto tuvo a bien. El borrador se lo reservó para sí, como solla, y por ello segura– mente es lo que se 'copiaba; y mandó el esquema a quien lo solicitó, ignorándose absolutamen– te que fuese ampliado. Por suponerlo as! Reseña llega a negar la autenticidad íntegra del sermón y para impugnarla establece la hipótesis de que lo que se copiaba era el esquema cori su ampliación; pero sin ·sólidos argumentos. ¿Por qué? Porque la hipótesis no es necesaria ni conveniente. En primer lugar, porque el h·ecli.o no la reclama, según la explicación que din;ios al negar el consiguiente, al cual podría aplicarse esta norma de san Jerónimo: •Desde el momento erÍ que se concede que lo· que nos estorba en los libros ha sido interpolado por otros, no quedará nada que se pueda razonada– mente atribuir a aquel que se juz¡¡a su autor• (Apol. adv. libros Rufini. l. 2, c. 17). En segundo lugar, porque los documentos no la exigen, sino que más bien '.a rechazan. ¿Qué dice el proceso? Con motivo de probar la gran pobreza del beato declara el testigo: •Oí decir que el siervo de Dios no quería ponerse hábito nuevo, sino uno usado ya por otro religioso; que aprovechaba para sus escritos hasta los pedazos inútiles de papel, y que el testigo copió, para ser pub.icado, un sermón del siervo de Dios, predicado en Ecija a la Divina Pastora, el cual tenla una parte escrita en pedacitos de papel en tal forma , que le costó mucho trabajo poner:os en orden,. . De la simple y reiterada lectura del atestado se ve con toda claridad que aquí se habla sólo de los escritos para uso privado del apóstol-peí suoi scritti-. y nu para otros: tal es el antecedente. Para confirmarlo más y como testigo de visu, trae el caso de la copia del sermón, del cual una parte se hallaba escrita en papeles pequeños, lo que unido o lo anterior– mente dicho, que eran inútiles- solían ser sobres y cartas ya utilizados-le costó mucho· trabajo ordenarlos. Ahora bien: ¿con qué razón se afirma que la otra parte era de pluma ajena, cuando lo que– debe seguirse es·que los papeles de ella no eran ni tan pequeños ni tan confusos como los de la otra? No se ve la ilación lógica para introducir escritos de otra mano donde sólo se ha– bla de los del uso privado del apóstol. La razón que se aduce es la extensión del discurso,. que es algo más que un esquen- a; pero ya se ha dicho que lo que se copiaba no era un es– quema, sino el borrador del sermón en el que su autor pudo extenderse cuanto quiso.. El caso no es único, se dió en el memorial a la reina. , Tratándose sólo de lc,s escritcs del -uso de fray Diego, la hipotética consecuencia es · tan lata, que llega a violentar el sent:do del texto: Copió un sermón del siervo de Dios... y no up.a parte. Para hacerla pasa estable.ce la hipótesis arbitraria de que si los editores vie– ron una parte autógrafa del beatc y otra de mano ajena (quod probandum est), pudieron pensar que se trataba de una cop·a en limpio: todo lo cual repugna a la fUStancia y sentido, del atestado y carga un error a cuenta d_e los editores. Las notas del editor reclaman contra la hipótesis, porque van_dirigidas a dar autenticidad fnti;gra al impreso. Si no la tenía, huelgan o son un engaño. Y no importa que en ellas no se exprese la palabra autógrafo, pues, entonces, generalmente, no se usaba, sino su equivalente. Tampoco·el .editor, Padrino, la usa en el sermón de Purísima, de Jerez, y se tiene por autén– tico. Además, el P. Pablo de Sevilla, depositario de los escritos del apóstol y el que los daba a luz, al enumerar los escritos póstumos, afirma que los más salían en el estado en que los dejó su autor por concluir, y entre ellos cuenta: •Sermones.,. Uno de Pas– tora -én Ecija, y otro de Rosario en Carmena, por concluir•. Por otra parte, como Insinuamos en el texto, la cortesía proverbial del apóstol con todos y más con la autoridad no podía permitirse la indelicadeza de mandar a::¡uellos papeles im– presentables a un superior de la Orden. Resulta, pues, incongruente la· hipótesis de estar interpolado el discurso impreso y, en. cambio, cierta y segura su autemicidad íntegra, al menos para nuestro juicio. Las razon\!S de estilo que opcne Reseña pierden su valor con lo dicho y más porque en -otros sermones hay párrafos similares. c - Convite amoroso. parB la misión de Cádiz, Cádiz, 1798. d - Oración J A la SanNsima Virgen J María] Madre y Sra. Nuestra] Im– plorando su favor, y am J paro para la hora de la] muerte.] Que reimprime.

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