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PRÓLOGO No entraba en mis planes escribir este libro; pero se interpuso la volun– tad de Dios, inspirando y moviendo mí p'luma. Fué la ocasión el haberme encargqdo mí padre provincial un artículo para el número extraordinario de Et ADALID SERÁFICO en la conmemoración bicentenaria del natalicio del beato Diego J. de Cádíz. Me puse a escribir y sin darme cuenta emborroné más de cíen cuartillas, esbozando su tema: «La Divina Pastora y el beato Diego•, Entonces fué cuando concebí la idea del libro y me consagré tan de lleno a su ejecución, que pude darle fin antes. de terminar el centenario. No ha de extrañarse que con tanta rapidez se haya compuesto una obra voluminosa, que abarca más de dos siglos de historia y contiene una gran riqueza de documentos sobre un aspecto singular, que no había sido antes estudiado a fondo ni con la extensión debida. La razón es porque ha muchos años que insisto en la búsqueda de testimonios referentes a la devoción de la Divina Pastora y logré reunir un buen número de notas que, repartidas en cuatro carpetas, son: 1.ª Las de la vida del venerable padre Isidoro de Sevilla. 2.ª Las que utilicé para un estudio, «Influencia del Beato Diego en el desenvolvimiento y propagación del culto de la Divina. Pastora», que mereció el premio del certamen literario celebrado en Sevilla (1921), cuyo trabajo recogió el P. Ubrique, casi al pie de la ·1etra. segiín confesión propia, en su «Vida» del mismo beato. 3.ª Las que ordeno para una obrita, «Hiios de Arda– les, amigos del beato Diego». 4.ª Las de los apóstoles de la Divina Pastora. Dicho material, destinado a varias monografías, es el que ha servido para elaborar esta obra de conjunto, en la que antes no pensé. Mi labor fué asidua, pero modesta; ordenar aquellos elementos y darles unidad, aprov·e– chando desde los fuertes pilares y arreos de ornamentación hasta los gra. nitos de cal y arena; pues la historia, como los edificios, se construye con piezas grandes y pequeñas. La tarea, empero, de situarlos bien no fué tan aínas y presentó muchas dificultades. Para su mayor claridad, sin cambio de la ordenación numérica de los capítulos, divido la obra en tres partes. 1.ª «Herencia de fray Diego J de Cádiz)): consistente en la institución de las imágenes de la Divina Pastora y sus cultos fundada por el veneral,Ie padre Isidoro de Sevilla. Es la síntesis de la biografía de dicho padre. 2.ª «Apostolado de fray Diego>: un bosquejo de su vida, acusando los perfiles de su de11ocíón ·a la Divina Pastora. i'