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Divina Pastora, pa– ra que las recibiera por ovejas suyas y les preparase un lu– gar en el redil de la gloria. Fru.to de esta mi– sión fué también el restablecimiento de 1os capuchinos en Sanlúcar, cuya real Or.den se firmó ace– leradamente el 18 de junio, y poco después tomaba po– sesión el venerable de nuestro antiguo - convento y era nom– brad o su primer guardián. . ¿Qué más po– demos decir de los trabajos y afanes de este insigne apóstol y abanderado de la celestial Pastora? Vedlo, en plena an– cianidad, recorrer los pueblos de An– dalucía, in h i es to siempre el estandar– te de sus. amores, para excitar la devo– ción a la Divina Mi– sionera en_ el cora– zón de los fieles: testigos son Lebrija, Sevilla, Utrera , Eci– ja, Carmona y Lora del Río, cuya dureza quebrm;itó, cayendo de rodillas ante el Crucifijo y pidiendo misericordia para la 'EL V. P. ESTEBAN EN ESPAÑA,_ · 8J)9 Vidriera policromada con la Divina Pastora, ornato de la capilla del sepulcro del venerable padre Esteban de Adoaln. ciudad impenitente. La convers10n del" pueblo comenzó aquella noche y, en el último día, reunidas en la plaza cinco mil personas, presidiendo el glorioso estandarte y ante la Virgen del Rosario, desde un balcón históri– co, les recordó que en aquel mismo sitio y ante la misma imagen había predicado el insigne misionero fray Diego de Cádiz (1). 1. BoLETÍN E, de la archidiócesis de Sevilla, t. XXVI, p. 143;145, /