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796 LA DIVINA PASTOl?A Y EL BTO. DIEGO J. DB C, y cubil donde estaban escondidos los barristas , para dar ·ergolpe a sangre y fuego, derrohmdo a Dueñas y a sus ministros. La situación era gravísima, tanto más porque los misioneros llega:>an el 1 de mayo, vísperas del alzamiento, señalado para el día 14, coincjdi-en– do con el tierripo de la misión. Otra agravante era q:.ie existía en la capital una mujer temible, de ideas subversivas y Ieader demagógica de las huestes barristas; que :::on armas al cinto arengaba a los soldados para la revolución _y al_¡;amiento. La Passionaria roja de nuestros días es su viva represenración. Cua:ido supo que iban los misio :1eros, exclamó: -La mbión es parn los· salvajes, no para nosotros que somos civilizados-. . · · Quizás en su vida no pasó el venerable momentos tan amargos y perplejos como los de aquella larde en que debía hablar a un público que, en su mayor parte, estaba dispuesto a dar un escándalo de fatales conse– cuencias µara el gobierno y la República, y debió, ciertamente, encon-en– darse a la celestial Pastor:i, confiando al poder de su báculo la suerte de la misión. · Pero fiemos la palabra al mismo padre Esteban, que dejó escrito cuan– to sintió y vió en esta heroica jornada , recogiendo sólo algunos de sus párrafos, porque su extensión nos llevaría a ser prolij'.)s. Dice así: <Para la hora asignada (de nuestro arribo) llegó el clero, las autori– dades civiles y militares con un numeroso pueblo. Enarbolado el estan.: darte de la Divina Pastora, se hicieron a su presencia los actos acostum brados. A pesar de tanta gente, no se oía una palabra ... Sin embargo de haber advertido que no queríamos música, sorprendieron a todos unos aficionados que, saliendo de un local, tocaron a la Divina Pastora t:nas piezas tan patéticas que e:itusiasmaban a todos ... .:Ordenada la procesión y entonando el verso, A misión os llama, se comenzó a caminar ... lentamente, porque no se podía abrir paso por la muchedumbre. ¡Oh, y qué espectáculo tan imponente! ¡Aquel pueblo, que momentos antes se hallaba dividido... , se ve ahora agrupado alr.ededor de un lienzo, sólo porque lleva la imagen de la Madre de Dios con el humilde título de Pastora de las almas! ¡Aquel pueblo, que instantes antes era audaz insolente... , entone ahora humilde y sumiso cantos de alabanzas a la Pastora ... María Santísima ... unido, hermanado y hecho un solo cora– zón . «Rompiendo por entre las masas ... en la plaza y atrio de la catedral, entra en este espacioso templo la tan deseada de todas las gentes, nuestra Divina Pastora. Cantada la Salve, subo al púlpito y veo una nube de gente que con ansia y un silencio sepulcral se halla... bien preparada para oir la divina palabrn. Puesto por temc1 el pc1sc1je de Jonás c1 los ninivitas: Adhuc cuadraginta dies ..-. observo que oyen con gusto y atención la más católica. Mi corazón se ensancha .. . y desaparecen los grandes tem:>res que hasta entonces me rodeaban. «Como al medio sermón, describiendo la disolución de Nínive y sus escándalos.. . , y presentando su conversión por la predicación del profe– ta ... , oí unos gritos que salían de en medio del auditorio: Yo soy, yo soy esa pecadora. Seguí predicando sin hacer caso ... Esa era una señora ... que, en tiempo de la revolución de Barrios capitaneaba las masas con un rifle... , ern la primera que firmó aquella ·carta .. ; al. .. presidente de Guate---'

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