BCCCAP00000000000000000000461

CAPITULO LXVI Oontinuación ---:- El padre Esteban en la República de El Salvador -Fracaso de la misión-Vuelve a Gqatemala y éxitos de su á.posto– ládo - Otra vez en El Salvador, Hamado para pacificar los pue– blos - Misión en la capital y en Chalá.tenango - Fundación en Santa Tecla'- Elegido guardián de Belén y comisario general__:._Pa– tronato de la Divina Pastora sobre los capuchinos de Centro-Amé– rica - Su última predicación en Guatemala - Expulsión de los capuchinos - El venerable en España - Su apostolado y sant~ 0 muerte - Hacia la beatificación - Traslado de sus reliquias. El obispo de San Salvador escribió al padre Esteban. rogándole que fuera a su diócesis para dar misiones, y en diciembre de 1859 pasaba la frontera de Guatemala con tres capuchinos, internándose en la República de El Sal vador y comen:::ando sus tareas apostólicas en la ciudad de Santa Ana. La fama del venerable hizo que presagiara la misión un gran éxito, porqu(desde su principio no sólo acudían los santanecos, sino también los pueblos de diez leguas a la redonda. Túvose que predicar en la plaza, porque la iglesia no podía contener el aulil.itorio de más de diez mil personas. Las confesicnes eran innumerables, quedándose diariamen – te sin poder confesar num<:rosos fieles . El día del sermón sobre el perdón de los enemigos, presenció la plaza uno de los espectáculos más edifican– te de Santa Ana. Faltan ex presiones, dijo un cronista, para ponderar el entusiasmo religioso que allí se observaba. El presidente de la República . señor Barrios, de ideas anticlericales , fué informado de lo que ocurría y, temiendo como Herodes perder su in– vestidura, pensó en atajar la marcha próspera de la misión y se ofreció de testaferro el mismísimo go::>ernador de Santa Ana. Para lograr su fin, mandó tocar una música jJnto a los muros del convento, donde moraban los re'iigiosos, impidiéndoles pegar un ojo en toda la noche. Dejaron pasar en silencio la travesura . Pero al día siguiente, al comenzar el venerable su exordio, oyó un gran estruendo de música y preguntó: ¿Qué música es esa? - De la comedia- , le contestaron-. Esto es, una burla que se hace a la santa misión. ¿Cómo , en Santa Ana , misión y comedias? ¡Nos vamos!

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz