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V, I>. BSfBBAN DE ADOAIN EN CUBA 781 ni de día ni d~ noche Pélra reñir la batalla y ganársela al lobo de los vicios y de la i111piedad. ¿Pero cómo lo hacía? Caminaba a pié leguas tras leguas por ásperos vericuetos, sierras escarpadas y llanuras pantanosas; soportaba los abrasadores rayos del sol y lluvias torrenciales con la cabeza descubierta, sin más calzacjo que sus sandalias, ,ni más indumento que la túnica interior y el pesado sayal; su alimento la mayor dé las veces era pan duro, que había de romper a golpes de piedra; todo su . bagaje consistía en una alforja, que lleva al hombro., con la$ suscintas prendas para mudarse, el Breviario, el Kempis, una rejilla para oir confesiones de mujeres, un gran caracol marino, que le servía de clarín o campana para congregar al pueblo a la misión, y .. . pendiente del cuello, el Sanio Cristo, que jamás faltó de su pecho, co– mo señal· de su fe y amor, de su fortaleza y misión divina. ¿Pero nada más? No, enrollada en su cilindro de leño, llevaba además una bandera, el estandarte de la Divina Pastora, cuya asta le servía de bordón y báculo en su ru_do caminar en busca de las almas perdidas (1). En cie,ntos y s;ientos de pueblos de la hermosa antilla desplegó este lábaro bendito, y .cantando el: · A misión os llam·a, errantes ovejas, vuestra tierna Madre la Pastora excelsa, logró ruidosas conversiones y cambió en moral cristiana el lupanar impío y relajado de la diócesis de Santiago. Con razón el padre Ciare! escribía en 1853 al capitán general de la isla: «Por cónsid.erarlo (al padre Esteban) el más práctico y hábil para sacar a los pecadores de su mala vida, lo envío conotro menos experto a misiones, mientras a los demás los tengo muy cerca de mí». Y ya que hemos hablado del santo padre Claret debemos consignar aquí tres hechos reveladores de su devoción a la Divina Pastora, y que lo hacen dignos de ser admirados entre los apóstoles de la advocación. 1.-Haber puesto en la portada de la colección ele sus Opúsculos la imagen de la Divina Pastora con el lema Omnia in nomine Jesu sub tutela Mariae (2). 2.-Insertar, en lugar preferente, el sermón panegírico del pa– dre Santander sobre la Madre del Divino Pastor en el tomo III de sus Ser– mones de Misión, dando pábulo a los misioneros para que traten en el púlpito de su devoción (3). 3.-El haber regalado un estandarte de la Di– vina Pastora al padre Esteban para sus misiones. Consta el hecho en una carta del venerable, feehada en Santiago de Cuba el 5 de abril de 1854, al p·adre provincial de Navarra, donde dice: «Este señor arzobispo me ha regalado un hermoso y grande cuadro de la Divina Pastora hecho expro– féso para llevar en las misiones». Tanto lo estimaba que lo llevó consigo 1. P. Estella, o. c., p. 149. - 2. CoLECCióN de los opúsculos publicados por el reve.rendo D. Antonio Claree... Con licencia. 1849. - 3. El padre Claree modificó este pan~giri– co, suprimiendo lo concerniente a la Orden capuchina, seguramente para hacerlo más general. perci serla conveniente que en las futuras ediciones constara su autor, el padre ~;¡n– tander, :odo lo perteneciente a los capuchinos y, particularmente, el párrato dedicado al p;tdre fray Diego,José de Cádlz.
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