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CAPITULO LXV El venerable padre Esteban de Adoa.in - Vocación y virtudes - Después de la exclaustración parte a Venezuela - Sus prodi, giosas misiones - Es procesado y encarcelado - Marcha a Cuba para fundar .un convento - Lo recibe el padre Claret por su mi– sionero en Santiago de Cuba - Apostolado y milagros con el es– tandarte de la Divina Pastora - Marcila a Guatemala para hacer vida conventual - Taumaturgo y ángel de paz de la República - Predica portentosas misiones y obra n:iuchos milagros por inter– cesión de la Divina Pastora - Impone :a páz de Cristo en la revo- lución confiado en el báculo de su Divina Pastora. Si algún misionero capuchino puede considerarse como una evoca- · ción del apostolado y santidad de fray Diego de Cádiz, ninguno tanto co– mo el padre Esteban de Adoain (1808-1880) . hijo benemérito , honor y prez de la antigua provincia de Navarra-Canta.bria. Su atlética figura yérguese por el nu.evo y viejo mundo empuñando el Crucifijo y el estandarte de la Divina Pastora para confundir la impiedaa y el liberalismo de su tiempo. Es el_arco de triunfo que se levanta en el ar:teperíodo de la exclaustración, enlazando al de la restauración de las Ordenes religiosas en España. Llamóse en el siglo Pedro Francisco Marcuello Zabalza y siempre fué de costumbres sanas y piadosas . Hasta los dicienueve años se dedicó al pastoreo y labor del campo, y entonces sintió la voz del cielo que le lla– maba al sacerdocio y comenzó a estudiar. Pero , al año siguiente, deseando _más perfección ingresaba en el noviciado de los capuchinos Cintruénigo, cambiando su nombre por el de fray Esteba-:1 de Adoain. Los que le cono– cieron en el año de prueba alabaron sus virtudes y el progreso que hacía en la vida de santidad. Si su cuerpo era gaHardo, blanco y rubicundo, dijo uno de sus connovicios, su espíritu tenía aigo de Natael por su inocencia y sencillez (1). l. P. Ildetonso de Ciáurríz, VIDA DEL SIERVO DE :J10s P. ESTEBAN DE ADoAIN, p. 16, y P. Gumersindo de Estella, HrsroRIA Y EMPRESAS DEL : IERVO DE Dros P. EsTEBAN DE ADoAJN, 'p.28.