BCCCAP00000000000000000000461
LA DIVINA PASTóRA Y BL BTO. DIBdd J. DB C. «misióneros y de aquellos ciudadan.os se enarbola el estandarte de la Di– vina Pastora; un gentío inmenso se encamina al puerto, acompañando a esta Soberana en procesión misionaría, lienando los aires de alabanzcs a Jesús y a María Santísima~ (1). Al día siguiente, fiesta del Corpus, se celebró a bordo la santa n:isa y, en el momento de alzar al Señor, se dispararon algunos cañonazos, co– rrespondidos por otros de los buques del puerto, arrancando en segt.:ida la nave bajo la protección de la Divina Pastora, que fué la Madre de los misioneros en toda la peregrinación hasta conducirlos a Venezuela, donde estaban sin pastor los viejos rediles fundados por los capuchinos ar:da- luces. · Desde un principio advirtieron los padres que el gobierno venezolano no estaba dispuesto a cumplir las estipulaciones pactadas para ayuda de la misión. Obedecía esto no- a la mala voluntad de los ministros, siro a las maniobras de la masonería, que a todo trance se opuso a la ida de los misioneros y quiso impedir su apostolado intimidando al gobierno, lo que debe tenerse en cuenta como clave de muchos acontecimientos advereos, que han de sobrevenir en ésta y en otras Repúblicas. Al año siguiente eran más de sesenta los capuchinos españoles, dis– tribuidos por.las provincias de Cumaná, Barcelona, Caracas , Apure, Ma- . racaibo, Guayana y Río-Negro, catequizando a los indios salvajes, ha– ciendo misiones a los civilizados, reedificando los templos arruinaéos, levantando otros nuevos y ,casas de beneficencia (2). Hacían todo esto sin auxilio oficial y sufriendo hambres, desnudez y toda clase de penalidades, que costaron la salud a muchos y a algunos la propia vida. Pero se sacrificaban gustosos por el nombre de Jesús y de la Divina Pastora, que comenzaban a reinar sobre aquellos desgraciados indios (3). El bien conseguido era inmenso, pero pronto sembró el enemigo la cizaña. Los padres José de Mondragón y Joaquín de Valls estaban mifio– nando por Río-Negro y con mil fatigas sacaban a los indígenas y los re– ducían a la población en be"neficio suyo y de la sociedad. El encomienda se aprovechaba de esta reducción comerciando despóticamente con los indios, pero los misioneros se enfrentaron no consintiéndole tamaña in– justicia. De aquí les vino una tenaz persecución que les obligó a tuir por desiertos y bosques inaccesibles hasta que, atravesando el Brasil, :JU– sieron pie últimamente en la Antigua Guatemala (1844). Su vida de penitencia y apostolado captó la voluntad del arzobispo, de las .autoridades y del pueblo. El prelado les cedió un viejo conver:to, llamado de Belén y allí moraban, comenzando las obras de·su restauración . l. Ib. - 2. Ib., p. 19. - 3. E:i general la devoción de la Divina Pastora está más ex:en– dida en Venezuela que en otras Repúblicas americanas, debido primeramente a los capu:hi– nos andaluces; después, a esta misión reseñada y, últimamente, a los capuchinos que res• tauraron la misión. Sin embargo son muy escasas las noticias que poseemos de este perfodo, que comenzó el 1842 y aguardamos nuevos datos para incluirlos en otra obrita sobre las mi– siones. Hay un libro interesante, H1sTORIA DE LA D1v1NA PASTORA DE SAN'.:ARosA (BARQ:JISI• METO) por el Hno. Nectario María de las escuelas de la doctrina cristiana, BARQUISIMETO, 1925, que por referencia sabemo& que es interesante y narra muchos prodigios obrados por Dios mediante tan milagr?sa imagen: prueba de que la devoción está muy difundida y arraigada, entre los fieles venezolanos ,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz