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LA. DEVOCIÓN EN EL REINO be YALENCIA 757 su cooperación para los negocios más intrin– cados. Así el cardenal Monescillo. arzobispo de Valencia, le nombró consultor del concilio provincial y examinador sinodal el obispo de Segorbe. La obra magna del padre Luis ha sido la ·congregación de Terciarios de nuestra Seño– ra de los Dolores para la reforma de la ju– ventud (1889), de la cual fué su fundador y padre solícito hasta el último día de su vida, dejándola florecien/e como un bien inmen– so a la.Iglesia y a la sociedad. Por tantos méritos fué elevado a la sede episcopal de Solsona y después promovido a la de Segorbe. En los palacios vivió siempre con la austeridad capuchina y llevó consig·o varios terciarios de 'su fundación con los que hada vida común. La gloria de Dios y bien de las almas, la piedad y la prudencia fueron el distintivo de sus pontificados, a los que dió cuanto tenía, salud y rentas, viviendo él con ·estrechez y pobreza. En las biografías del excelentísimo padre Luis Ani.igó de Masamagrell se habla múchó de su amor a la Virgen, particularmente en su misterio de los Dolores, pero nada se dice, ni una palabra, de su devoción a la Divina Das~ tora. · Sin . embargo hay que · confesar que la · tuvo, grande y pers~\'.erante, llevándola en su apostolado de predicador y misionero, que fué muy fecundo. Dodeh10s dar un testimonio irrecusable. 'Cuando ocurrió su santa muerte asistimos a los funerales en la catedral de Segorbe; des– pués visitamos su palacio y en el comedor vimos presidiéndolo., un hermoso cuadro de la Vidriera con la Divina Pastora del templo de los .terciarios ca– puchinos de Ntra. Sra. de los Dolores. Dos Hermanas. Divina Pastora: era el estandarte que había llevado en sus misiones y que quiso conservarlo hasta el fin de su vida. Como lo mirásemos una y otra vez, admirando con lágrimas en los ojos, aquella preciosa reliquia, e) pa– dre gener;al de los terciarios capuchinos se dignó decir: «Padre, tenga la seguridad que esa Divina Pastora será suya; así se lo pediremos a los al– baceas». Al mes siguiente el cuadro con interesante dedicatoria, estaba en Sevilla y horra al Museo de la Divina Pastora (1). En memoria de esta devo.ción de su santo fundador, los terciarios ca l. La dedicatoria dice: Los ALBACEAS testamentarios del Excmo. Sr. R. Fr. Luis Amigó y Ferrer, capuchino, obispo de Segorbe, al M. R. P. Juan 13ta. de Ardales, provincial de los ca– puchinos de Andalucía-Segorbe, 5 de octubre de 1934.