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\ 52 LA DIVINA PASTORA Y EL BTO. DIEGO J. DE C. Tanto la amaron el director y la dirigida que ambos quisieron reposar el sueño de la muerte junto a la sagrada imagen y en su capilla. Hoy se ven dos tumbas emplazadas en sus muros, al lado izquierdo del altar há– llase la del venerable padre Mariano Postigione con una larga inscripción , plena de elogios a sus virtudes. En la del lado derecho , cubierta de esplén– dida lápida, se lee el siguiente epígrafe: MARÍA, ADELAIDA, CLOTILDE, JAVIERA BORBONIA , SARDINAE RE GINA , SA– CELLUM HOC DIVINAE PASTORAE DICATUM, IN QUO VENERABILIS MARIAE ADELAI– DE CLOTILDE, SARDINAE REGINAE CORPUS REQUIESCIT. PRO SUA ERGA IPSAM PIETATE AC DEVOTIONE, LiMBERTUS A S ABAHUDIA, PcDEMONTII PRINCEPS , SUIS SUMPTIBUS INSTAURANDUM, ORNANDUNQUE CURAVIT, MCMXXXlll . LA DIVINA PASTORA CON CORONA Y BÁCULO DE PLATA. ÓLEO DE LA SFGUNDA MITAD DEL XVIII. NÁPOLES. IGLESIA DE STA. CATALINA EN LA PLAZA DE LOS MÁRTIRES. MIDE CTMS. 300 x 150. Aunque se pu– diera escribir lar– ' gélmente sobre este interesélnte élsunto, bélste lo dicho para com– prender . q u e e l apogeo de la de– voción en Nápo– les se debe él los padres éllcélntari – nos y particular– mente a una hu– mi Id e religiosa, constituidél en apóstol de la ad– vocac1on . Hoy santa María Fran– cisca tiene dedi – cado en el duomo napolitélno un magnifico altar de mármol , y en él está lél santa con su cuadrito de la Divina Pastora , o b j et o de sus amores y bande– ra de su.aposto– léldo. Se espera que muy pronto seél también eleva da él los altélres lél venerable Ma- ríél Clotilde, reina · de Cerdeña .