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48 LA DIVINA PASTOI1A Y EL BTO. DIEGO J. DE C. DIVINA PASTORA. PINTADA POR GERMÁN LORENTE POR ENCARGO DEL DUQUE DE OSUNA PARA SU PALACIO DE ESTA CIUDAD . MIDE 145 X 112 CTMS. - MUSEO DE LA DIVINA PASTORA, SEVILLP. De este modo se in– trodujo su culto en Ma– drid, y con tanta piedad y entusiasmo fué vene– rada por vez primera en la corte la Santísima Virg·en bajo su peregri – na advocación de Pas– tora de las almas. Posteriormente el duque de Osuna, emu– lando a la reina , quiso tener en su palacio, pa – ra satisfacer su devo– ción, un buen cuadrn de la Divina Pastora y encargó a Germán Lo– rente que se lo ejecu– tara, de tamaño natu – ral y agotando la ins– piración de sus pince– les. En esta obra el gran artífice se apartó de su manera murilles– ca y ensayó la técnica brillante e impresionis– ta de Valdés Leal , con– siguiendo una obra de espléndido efecto y ca– lidades superiores. Hemos indicado anteriorm~ntecómo fué intrnducida la devoción en Nápoles , llevada por el infante don Carlos, en lo que seg·uramente cooperó el duque de Montemar , pariente del venerable; pero los medios principales de que se valió la Virgen para esta propagan– da fueron los padres alcantarinos y santa María Francisca de las cinco llagas, religiosa terciaria franciscana, de los que nos ocuparemos con ex– tensión en la Vida del padre Isidoro. Reinando en Nápoles un príncipe español, era natural que muchos es– pañoles y, entre ellos, religiosos, afluyeran al nuevo reino. Hacia el 1742 llegarnn algunos padres alcantarinos portadores de estampas de la Pasto– ra , reproducción de su imagen de Madrid , y dieron una al padre Salvador de Santa María , confesor de dicha religiosa , a la cual se la dió , esperando que le sería de mucho provecho su mística significación, para llegar a Jesús por María. Efectivamente, al verla la santa , se inflamó su alma en gran amor para la Divina Pastora , y en aquel mismo día tuvo un éxtasis en que vió a la Reina del cielo con sus atavíos pastoriles , mientras le decía: Que le era muy agradable ser venerada y suplicada en aquel amoroso título. Desde esta fecha encargó la santa al padre Salvador que le trajese de España estampas, medallas, cadenitas, libros y cornnas, qUe le sirviesen para pro-