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38 LA DIVINA PASTORA Y EL BTÓ. DIEGO J. DE C . esperanza y caridad. Después , como el cisne que agoniza, comenzó a can– tar la Salve, el Ave María y las coplillas que acostumbraba en sus misiones : Virgen María, de gracia llena; Ruega , Pastora, por tus ovejas ... hasta que perdió el habla y tranquilamente entregó su espíritu a Dios el _16 de julio de 1740. Su cadáver por parte del pueblo y del clero recibió hono– res de santo. El señor arzobispo mandó veinte y cuatro arrobas de cera para el entierro; cantaron el oficio de difuntos, por acuerdo del cabildo ecle– siástico, los veinteneros de la catedral y llevaron el féretro los señores examinadores sinodales. Después quiso el prelado que se le hiciesen honras fúnebres, costeadas por él, a la que asistió personalmente con toda su familia y muchos prebendados, y mandó otra igual cantidad de cera y los músicos de la catedral. Predicó el padre Isidoro de Sevilla, y la oración fúnebre fué publicada (1). Inmediatamente escribió el padre Isidoro la vida del venerable padre Luis de Oviedo, y en ella dice: que por su predicación fué un Crisóstomo y por sus milagros, un taumaturgo (2). En esta vida hay dos notas que no debemos pasar por alto. La descripción del estandarte del padre Oviedo y su retrato. Sobre el primero dice: <Determinó el venerable padre fray Luis d~ Oviedo llevar consigo en las misiones una imagen de María Santísima y eligió la que con el miste- rioso y ternísimo título de Pastora es consuelo de todos los mortales .. . Hay muchos que desean tener o de pintura o de talla la sacrosanta imagen .. . Para que se sepa el modo con que se debe o esculpir o pintar, lo diré aquí , explicándolo todo ... <Pintase, pues, (la Divina Pastora), este prodigio de la gracia, esta ima– gen milagrosa , con la mayor hermosura , que el pincel le pueda dar, en un monte o valle, entre árboles y plantas , sitio propio de los pastores , senta– da en una peña , rodeada toda de ovejitas , que cada una tiene en la boca una rosa hermosísima: y es significación de las Aves Marías, que le ofre– cen, cuando su santísima Corona o se la rezan o se la cantan; y en su CO-' rrespondencia tiene la imagen en la izquierda mano también una rosa , dan– do a entender , que va recibiendo las que sus ovejitas le ofrecen. La mano derecha la tiene puesta con gran cariño sobre la cabezp de un Cordero , que representa a su Santísimo Hijo, Cordero que vió san Juan en su Apo– calipsis , a quien seguían otros muchos. El traje , que viste esta portentosa imag·en, es una túnica talar, ceñida por la cintura , y sobre ella un pellico que cubriendo el pecho y la espalda, como los pastores lo visten, baja un poco de la cintura. Tiene un manto o mantilla., que, terciando una punta en el brazo izquierdo, cubre la espalda, y la otra punta sale un poco por de– bajo del brazo derecho: entre el cual brazo y el pecho tiene un cayado pas– toril, que significa la providencia y misericordia con que gobierna, enca– mina ·y defiende a sus ovejas. El sombrero lo tiene caído a la espalda , y afianzado con una cinta en el pellico junto al cuello . En la cabeza tiene una _ sutilísima toca , y el cabello tendido por la espalda , con una o dos eren- l. Fr. Angel· o. c. t. 1. 0 , f. 80. - 2. O. c., p. 861.

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