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"INTRODUCCIÓN XVII y su código moral, y como el peso de ambos podía intimidar a la flaqueza humana, hácele presente la recompensa: Nolíte time-re, p,usillus grex, quía complaciiít Patri vestro dare vobís regnum. (Luc., 12, 32). · Después de la cena del cordero pascual, conmemorativo de aquel que libró de la muerte a los primogénitos de su pueblo en Egipto, instituye el sacrificio de la Eucaristía, figurado en el del cordero pascual y reproductivo del que con la virtud de su propia sangre libra de la muerte del pecado. ·Jesús une sustancialmente e his– tóricamente su sacrificio incruento con el cruento del Gólgota, idea que embargaba su corazón divino con mezcla de amargura y de amor. «Sabéis, dice al comenzar la cena, que después de dos días es la Pascua, y el Hijo del hombre será entregado para ser crucificado». Terminada la acción de gracias, sin interrupción, vuelve a la misma idea: «Todos vosotros padeceréis escándalo en mí esta noche, porque escrito está: Heriré al Pastor y se dispersarán las ovejas ». (Math., 26, 31): expresión exacta de la tragedia del Calvario. Acaba Jesús de dar vista al ciego de nacimiento; la reacción de los fariseos fué satánica y tuvo por consecuencia otro milagro mayor: abrir a la fe los ojos del alma del ciego. Tras este prodigio añade: «Yo he venido a _l mundo para que vean los que no ven, y los que ven sean hechos ciegos». Los fariseos le argumen– taron: ¿Por ventura somos también ciegos? Jesús les respondió: ,,Si fueseis ciegos, no tendríais pecado, mas ahora, -porque decís: Vemos, permanece vuestro pecado>>. (Joa11., 9). Es aquí cuando el Maestro corta el hilo del diálogo y comienza el mon ó logo divino de la parábola del Buen Pastor. · En verdad, en verdad os digo: que el que no entra por la puerta en el r-edíl de las ovejas, sino por otra parte; ese es ladrón y salteador.-Mas el que entra por la puerta, pastor es de las ovejas. - A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz, y llama a las ovejas por su própio' nombre, y las saca. --'Y, cuando las ha sacado fuera, va delante de e:las, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.-Mas al extraño no le- siguen, sino que huyen 4.e él, porque no conocen la voz de los ajenos.-Jesús les dijo este proverbio, mas ellos no entendieron lo que les decía.-Por esto nuevamente les habló, descubriéndoles el sentido: En verdad, en verdad os digo que yo soy la Puerta de las ovejas.-Todos cuantos vinieron,' ladrorres son y saltea– dores, y no los oyeron la s ovejas.-Yo soy la Puerta. Quien por mí entrare se salvará y entrará y saldrá y hallará pastos. El ladrón 110 viene sino para hurtar, matar y perder. Y o he venido para que tengan vida, y la tengan en .má sabundancía.- Yo soy el Buen Pástor. El buen pastor da su vida por sus ovejas.--Mas el asalariado y el que ·no es el pastor, de quien son propias las ovejas, cuando ve venir al lobo,,abandona las ovejas y huye: y el lobo las rapta y las dispersa Mas el asalariado huye, porque es mercenario 1J no tiene interés por las ovejas. - Yo soy el Buen Pastor, y conozco mis ovejas, 17 las mías me conocen a mí. _- Como el Padre me conocíó a"111í, 17 conozco 170 al Padre: 1J pongo mí alma. por 1nis ovejas. Y yo tengo otras ovejas qüe 110 son de este aprisco: y es n ecesario que yo las atraiga, y oirán mi voz, y se formará .un . solo redil y un solo Pastor. r lb ., 10, 1-16). De los labios de Jesús b rotó esta sublime ·parábola, compendio de su niseri – cordia y como un programa ·de su reino, que está in fieri y que va a realiza r bajo el símbolo del pastorado. Aunque su sentido místico está claro y patente, se comprenderá mejor tenién– dose en cuenta: i". 0 Que en Palestina, llegada la noche, acostumbraban varios pos-

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