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CAPITULO XIII Noviciado de fray Diego - El padre Eusebio de Sevilla - El padre Andrés de Pesquera - El padre Perusa - El padre Miguel de Za– lamea - Concordia entre los capuchinos y la Hermandad de la Di– vina Pastora - Profesión y estudiantado de fray Diego - Capilla de la Tercera Orden dedicada a la Divina Pastora - Su traslado a Cádiz - Padre Miguel de Benaocaz - Ordenación sacerdotal - Pasa al convento de Ubrique. Favorecido de tan prodigioso modo por la Divina Pastora, empieza fray Diego la prueba de su noviciado. En el día 12 de noviembre de 1757, cambiando su nombre de José Caamaño por el de fray Diego José de Cá– diz , recibe el hábito capuchino de manos de su primer maestro, el padre Eusebio de Sevilla , que bebió las aguas de la devoción de los labios del venerable padre Isidoro y será después el compañero del apóstol en sus misiones y su cooperador eficacísimo en la propag·anda y difusión del título de Pastora por las regione·s de España. Además, moraba en el convento de Sevilla el venerable padre Andrés de Pesquera, que fué vicario y maestro de novicios dur,rnte la guardianía del padre Isidoro. Era el padre Andrés doctor en sag-rada teología por la univer– sidad de Coimbra, predicador y misionero apostólico ... y por su humildad renunció cátedras y otros empleos. Fué muy observante de la seráfica Re– gla, penitente y mortificado, y tanto que, en el momento de morir, se apare– ció glorioso a la madre sor María Tomasct Muñiz, religiosa capuchina de .Sevilla, su diri gida , que estaba en oración en el coro de su convento , y, despidiéndose de ella, le dijo lo mismo que san Pedro de Alcántara a santa Teresa de Jesús: )Oh dichosa penitencia que tanta gloria ha dado! (1). Solía aconsejar en sus conversaciones y pa rticularmente en el sacra– mento de la penitencia el invocar a la Divina Pastora en los peligros y ne– cesidades, y eran muchos los fiel es que se veían por ella favorecidos , en - 1. Fr. Angel, o. c., t. I, f. 219.