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CAPITULO XII Momento histórico de los capuchinos ante la devoción· de la Divina Pastora - El legítimo heredero de la obra del venerable padre Isidoro - Su nacimiento y vocación a la Orden capuchina - Tradición de que le habló la Divina Pastora - Leyenda c'e Muñoz y Pabón - Ingresa en el noviciado mediantes varios prodigios. El venerable padre Isidoro con su muerte leg·aba una preciosa heren-. cia, una institución trascendental, que convenía recoger para cultivarla y engrandecerla. Pero ¿quién era el legatario? De derecho la Orden capu– china; pero las regalías tenían bastante separados a los capuchinos del mundo de los de España, y sus asuntos con la Santa Sede se tramitaban bajo el control del regium exequatur. Los capuchinos esp.añoles eran los mús llamados, pero por entonces, aun no se daba culto a las imágenes de la Divina Pastora en nuestras iglesias . En g·eneral muchos capuchinos con denuedo y piedad trabajaban par,,– ticularmente por difundir en sus misiones la devoción; pero se advierte que hasta diez años después del fallecimiento del venerable, rio s·e halla constancia de que en nuestras iglesias se VE'nerase la imagen de la Pasto– ra (l) .En Valencia, por este tiempo, se estableció en nuestra ig"lesia. una Hermandad de Pastora, que daba culto a su imagen y que fué agraciada en 1761 con un breve de Clemente XIII (2). Los capuchinos de Cataluña tam– bién por estos años pusieron una imag·en en su iglesia de Calella (3), y quizá en alguna otra provincia se hiciera lo mismo . En la de Andalu– cía, cuna de la devoción, surgfon muchos apóstoles ap'asionados de la 1. No hablamos de nuestras misiones de Propaganda fide, donde se reconocía a la Divina Pastora como bandera d~ su apostolado y se le declicaban templos y pueblos. - 2. P. Berga, LA DrvtNA PASTORA, p. 21. - 3. Ib., p. 23.