BCCCAP00000000000000000000461

HONRAS EN CAIJIZ POR EL V. P. ISIDORO DE SEVILLÁ 113 En el centro del tercer cuerpo aparecía el escudo franciscano y a su derecha, en paisaje triste y nebuloso , un rebaño de ovejas sin pastor, y descifrando el geroglífico, la décima sig·uiente: 01phano fu eris adjutor (Ps., 9 35), Si huérfano ya te quejas, rebaño el más escogido, aunque tu pastor se ha ido, no olvidará sus ov,ejas. Con sus virtudes parejas corrió su gTande humildad , y así ten seguridad de que en el Bien, que atesora, gozará de su Pastora por toda una eternidad; A la izquierda del escudo se veía un sepulcro abierto y en él la figura de la muerte, flechando un corazón con el mote: Phárelra ejus quasi sepu/crum palens (Jerem., 5 , 16) Con este vibrante harpón, que disparaste atrevida, nos quitaste una vida y heriste un corazón. Mas tu ciega pretensión en el estrago que abultas, neciamente dificultas; pues con cobardía extraña al g·olpe de la guadaña le robas, mas no lo ocultas. Sobre estos tres cuerpos alzábase una tumba, cubierta con paño de terciopelo negTo, recamado de oro, con el escudo de la Cofradía, y encima la estola y el hábito capuchino, rematando la alta pira el guión negro ?e la Hermandad y en él la imagen de la Divina Pastora en rica lámina de plata. En la pilastra, frente al púlpito se veía µna pintura con un orazo de es– queleto, vestido de sayal, sosteniendo una pequeña iglesia con la sig·uiente espinela: Toda España a devoción de un brazo, que amor vestía , logró templos de María por timbre a su Religión , Fué al Rosario su pasión, y siempre le siguió fuerte: con que muy claro se advierte qi.Je, con verdad aplaudida, la muerte que ves, es vida, la vida que vió, fué muerte. 15

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz