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90 LA DIVINA PASTORA Y BL BTO . DIE!ÓO J. DE! C . ( de santidad del venerable y testi go de la gran conmoción religiosa produci – i ·· da con la nueva imagen y devoción , que tanto le favorecía, no pudiéndose 1 explicar el hecho de otra manera , concluyó diciendo: que todo obedecía a una visión que había tenido el padre Isidoro, en la que la Virgen, vestida de mística Pastora, le mandó que la presentase bajo ~que! misericordioso tí – tulo , con el cual cosecharía los mejores frutos en sus misiones. El venera – ble salió al encuentro de esta voz común y pública , y en el sermón de Las fuentes de las Pastoras y en La Mejor Pastora Asunta dijo: que todo fué una mera y sencilla ocurrencia. Después cerró sus labios y nadi e pudo saber más. Pero desde entonces acá una venerabilísima e ininterrumpida tradición asegura que la Virgen con traje de Pastora se apareció al pa– dre Isidoro, confiándole la misión de establ ecer su culto en la Iglesia. He aquí una cuestión interesantísima y , si se quiere, trascendental pa– ra la vida del venerable y para los orígenes de la devoción. De ella vamos a tratar ahora , estudiándola al través de la historia, exponiendo ant es al– gunos considerandos para su mejor comprensión. Í L O En la iconografía mariana , anterior a la del LA VIRGEN OFRECIENDO UNA FRUTI> SIMBÓLICA ..AL CORDERO QUE ABRAZA EL NIÑO JESÚS. PINTURA MURAL DE GIAMPETRINI. PINACOTE· CA BRERA, MILÁN , padre Isidoro, halla– r emos muchas re– presentaciones de la Virg·enque ti enen al – g·una semejanza con la imagen de la Di – vina Pastora, como son todas esa s pin – turas, rotuladas Sa– cra Familia, donde aparece la Madre de Dios sentada y junto a ella su Hijo y sa n Juanito, jugando con un cordero . Las me– jores firmas del r e– nacimiento nos le– g· ar o n bellísimos ejemplares , idilios de ternura. Véase el precioso cuadro de Auffmán. Algunos, c o 111 o Cesare da S exto, suprimieron al Bautista . dejando solos a la Madre y al Niño con su cordero en una floresta . De este género hay una pintura mural en la Pinacoteca Brera, donde la Virgen , se– dente sobre una pe– ña y a la sombra de