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CAPÍTULO VIII Características de la oratoria del venerable - Estimaciones .califi · cativas de sus contemporáneos - Número de sus sermones - Bibliografía del padre Isidoro - Juicio de su fondo y forma - Dedicatoria - Poesía. Aunque hemos indicado ya ios sing·ulares dotes con que adornó la Providencia al padre Isidoro para que fuese luz y dechado de la oratoria sagrada, no está demás el que perfilemos su figura en conjunto. dibujando las características con que se hizo el orador más famoso del Sur de Es– paña . Poseía prestancia física , por la esbeltez y armonía de su cuerpo, vive– za en los ojos y expresión delicada, voz dulce , fuerte y penetrante , imagi – nación viva, agudo ing·enio, pasmosa erudición de las ciencias sagradas y profanas, una memoria felicísima para recordar nombres , textos y hechos históricos , y un leng·uaje que, si hoy nos parece difuso y pesado , era sin embargo del g·usto y satisfacción de sus auditorios por ser el que estaba en boga en el decadente sig-Jo XVIII. Añádase a todo esto el elemento sobrenatural de la misión divina para la que Dios le llamó, el fuego de la caridad que abrasaba su alma , su amor rendido a Jesucristo y a su obra , su ardentísimo e insaciable celo por la salvación de todos los hombres y aquella su tierna y filialísima devoción a la Virg·en María, con que endulzaba su predicación , sobre todo , en sus rudos ataques a los pecados y vicios , a las comedias , bailes y novelas, y tendremos el orador sagrado perfecto , el apóstol, captador de las masas y muchedumbres. Que así fué el venerable , no cabe la menor duda, seg·ún los muchos y valiosos testimonios de sus contemporáneos. El padre provincial de los capuchinos de Andalucía lo representó a Dío VI , como «varón conspicuo por sus letras , virtudes y hazañas en la predicación evangélica , con la que dilató el espl endor de su Ot·den: orador, entre todos. insigne, y en todos