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URUGUAY Y BRASIL: INTINERARIO DE HUMANIDAD h os ocho meses de visita pastoral en América Latina fueron para el P. Cirilo un itinerario imborrable de humanidad. Encontrarse entre sus armenios, fue para él, como revocar los orígenes de su infancia, ele su mundo, de afectos simples y naturales y sobretodo de una fe fuerte surgida del corazón de la madre. En Argentina, fue una niña a trasladarlo al paraíso ele la infancia: - P. Cirilo, ¿me darás un rosario? - ¿Qué es lo que quieres hacer con él? eres demasia- do niña-precisó el obispo. - Oh, P. Cirilo, tú has enseñado a mamá el modo de rezarlo y ella me lo ha enseñado a mí. Vés, yo amo tanto al Señor y a la Virgen: vengo siempre a esta iglesia católica, aquí está Jesús y aquí se reza. También en Uruguay el P. Cirilo, como buen fraile del pueblo, se encontró a sus anchas: en efecto había 10.000 emigrantes armenios, hostigados por dificultades sin fin. Pero aquí su corazón de pastor encontró inmensas alegrías. Conoció al Sr. Antonio Ketchedjián y su familia: tres hija:s religiosas capuchinas y dos hijos salesianos. Con el P. Rafael, entabló una amistad que los unió muy estrechamen– te durante toda la vida. También aquí, consagró sacerdote 55