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te gig,111tesc1. Es q1ficie11te recorcbr que ni siquier,1 la gcslapo. tcnía el cor,tje de molestar al P. Ricardo. 110 obstante conociendo su sabida oposici()Jl a la dictadura de Hitler. Con la ayuda del P. Ricardo y de otros colaboradores pudo IC\antarse el sueiio del P. Cirilo: la escuela armenia de Durguti que pudo abrir sus puertas en el 1028 con 150 alumnos. Diez años después. en 1038. los alumnos de la escuela armenia h,tbía llcg,tdo a 700. Entre los Yisitadores del centro misionero de Durguti esturnel C\-patriarct armenio gregoriano /.a\ 011 Yeghiayá11 el cual 110 supo explicarse el éxito de este centro de los ,1r111e11ios. frecuentado también por gregorianos y protes– tc111lL's. «Entiendo que el P.Cirilo 110 lle\a consigo ni zapu– tos. 11i media>-. ni sombrero. y que lle\a un hábito heredado del Padre ,-\braham. Pero díga111e P. Cirilo -co11tinuú en chiste el ex-patriarca- en dónde tiene escondido su secre– to·)». El capuchino no hizo esperar su respuesta: «Beato Padre. mi secreto esléí puesto en este santo hábito. Mi SerMico PadrL'. rumiador de la Orden franciscana. así nos ,td\·inió: ,,hern1,1nos. si ustedes obscn·arnn la orden que il's he d,1do. espL'cialmente lo que se ret"iere a la pobreza.no les !\titará 11unc1 nada y 110 q1frirá11 el hambre ni siquiL'ra si tu\ iera que sufrirlo el 111u11do entero». El P. Cirilo había co111probaclo desde hací,1 tiempo en su \'ida la prueba de esta promesa.