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cometido el delito de incitara sus fieles amantenerse firmes en su fe. La hermana Margarita, religiosa de las Hermanas Armenias de la Inmaculada Concepción, murió de dolor, de ver pasar las caravanas de deportados a los campos de exterminio. Murió deciendo, adiós mis queridas hermanas, me voy al paraíso, qué dulce es morir siendo religiosa. Este es el fin de los parientes cercanos del Padre Cirilo. Sólo de su familia, murieron más de 50. Se calcula que más de 2.000.000 de armenios per– dieron la vida entre 1914 y 1923. Creemos que no pocas familias como ladeZohrabián, pueden narrarnos historias de martirios tan cruentos y desgarradores. El mismo padre Cirilo, no podía ser ajeno a esta situación y lleva en su cuerpo las marcas del martirio, como el signo visible de su testimonio fiel aCristo Nuestro Señor. 26