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Otra actividad que el P. Cirilo realizaba con gusto era «la bendición de los enfermos». Un día. una docena de mujeres habían acompaiíado a la iglesia. a un joven turco, que estaba con los ojos vendados, porque la luz le hacía sufrir terriblemente. La madre del joven, llena de dolor, le contó al P.Cirilo, que había gastado todos sus haberes inútilmente, en filtros y magos. para curar a su hijo. Las otras mujeres apoyaban a la madre en el dolor, y el P.Cirilo. sintió compasión ele esta mujer tan infeliz y le pidió a Jesús, que salvase al único hijo de esta mujer. El P. Cirilo. arrancó del cuello del muchacho. el talismán, que un brujo le había ciado para curarlo ycomenzó a leer el Evangelio de San Mateo. Casi enseguida, el enfermo empezó a gritar «te alabo Jesús» yquedó muy contento. porque ahora podía ver la luz y todos los colores que lo circundaban. Es inútil decir, que la madre del joven, no sabía la forma ele agradecer al P.Cirilo, por el favor recibido, y él, les explica, que el Seiíor vería ele muy buen grado, si se convirtiesen al cristianismo. Al sentir esta propuesta, el joven y los otros salieron huyendo y decían: -¿Nosotros cristianos?,no lo seremos nunca. No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta.– Esto era solamente el inicio de un camino cubierto de muchas desilusiones y decepciones, pero también de alegrías. Un verdadero camino de apostolado ele los autén– ticos misioneros. 14

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