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GRANDES PROYECTOS PARA UNA MISIÓN os años de estudiantado habían finalizado. «Era muy bello para durar mucho más tiempo.» decía Fray Cirilo. Los días felices que pasó con sus compañeros, tocaban a su fin. El 2 de mayo de 1904, el Espíritu Santo descendió sobre él, a través de las manos del Obispo y lo ungió otro Cristo, un hombre con las prerrogativas di vi nas, un hombre para los otros, un sacerdote. Un año después lo esperaban las misiones. El, hubiese preferido sinceramente, permanecer en un Convento y enseñar Teología. Pero no hay caso, Dios, lo había elegido para ser un misionero, un peregrino infatigable.No sé si podrü existir alguna computadora, que pueda calcular los kilómetros que recorrió el Padre Cirilo con todos los medios de transporte a su disposición, pero como todo buen hijo de San Francis– co, el medio de transporte que uso rmís frecuentemente, fue la paciente y sacrificada caminata pastoral. Después, el Padre Cirilo es destinado a la misión del Mar Negro y de allí partió para Erzerum, con el corazón lleno de ideas y grandes proyectos para su campo de trabajo. 10

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