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Juancito, fue llamado desde ese día y para siempre «Fray Cirilo». El noviciado pasó muy n'ípido, justo el tiempo para hacer los primeros contactos con la vida capuchina. El filosofado se encontraba en Buggia en la cercanía de Esmirna. Allí fue a continuar sus estudios. Una vez, leyendo la vida de San Francisco de Asís, que no quería ser sacerdote, le vinieron unas ganas locas de mandar todos los libros por la borda y quedarse como un simple fraile en la cocina o en el huerto. Pero el superior no compartía esa idea y sin medias tintas dice a Fray Cirilo:- Si quieres abandonar tus estudios para dedicarte a carpir o a ser enfermero, eres un vago y haces el juego de Fray Mosca y San Francisco no quería a Fray Mosca, por lo tanto, si es verdad que prefieres ésto, a continuar los estudios, mejor, vé a preparar tu equipaje y mañana de mañana a más tardar, vuelves para Armenia.- El discurso era breve y conciso, sin nada para bromear y Fray Cirilo respondió rápidamente y con gran humildad: Oh! nó. si el santísimo Padre San Francisco quiere que estudie, entonces lo haré, no dejaré la Orden y si es necesario, también me haré Obispo. Así es como Fray Cirilo, retomó los libros, con la misma celeridad con la que había decidido dejarlos. 9