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LOS ESPIRITUALES 65 CAPITULO III LOS ESPIRITUALES El siglo que siguió a la muerte del Seráfico1 Doctor se considera como uno de los más penosos para la Orden fran– ciscana. Mientras los Papas dan a la Regla interpretacio– nes que buscan fortalecer la unidad, el descontento crece entre la Comunidad y los Espirituales. Estos luchan con denuedo porque se les permita observar con libertad la Regla interpretada a su manera; aquellos proponen una obser– vancia más benigna. A. - EL ABAD ]OAQUIN DE FIORE (1145-1202). l. - Profeta muy audaz si se tiene en cuenta la natu– raleza de sus pr,edicciones; el más peligroso de los here– siarcas si se saca de sus obras auténticas su conclusión ló– gica, a saber: la decadencia de la Iglesia; el más dulce de los cristianos por la gracia infantil de su leyenda. Dante coloca al profeta calabrés entre los grandes místicos cris– tianos. En algunas regiones de Italia se le venera e invo– •ca (1). 2. - Hombre de a.cendrada piedad, aunque de po– co criterio, de ,escasa ciencia teológica, dotado de una ima– ginación exaltada, sentía muy poco aprecio por la Escolás– tica y el Derecho Canónico. Predecía la regeneración de la Iglesia la cual alcanzaría su 11 tercera edad" merced a la aparición de nuevas órdenes religiosas (2). (1) Cfr. E. Gebhart, o. c. pág. 44. (2) Cfr. P. Gratien, o. c. pág. 207.