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E L C R I S T O D E L M O N T E A L V E R N I A 49 criatitrfts; te ha creado robusto, hermoso y útil. Séme pro– picio en esta hora, sé benévolo, pues siempre te he amado en el Señor. Ruego al gran Dios, que te ha creado, quemo– dere la vehemencia de ttt calor, de modo que cauterizando con sttavídad, pueda facílmente soportarte". (Tomás de Ce– lano, II, 165). Apenas si sintió el ardor del fuego, habién– dole el instrumento tratado con piedad. La muerte de San Francisco 12. - Pero sus dolores no cejaron. Fray Elías tuvo una revelación de que aquella prueba se prolongaría aún por dos años. La misma advertencia tuvo Francisco quien durante todo ese tiempo pasó por la noche del sentido y del espíritu. Las pruebas ,eran de toda índole, pero afirma– ban y preparaban el alma del Santo por medio de la com– pleta purifidtción, hasta la unión cabal y perfecta con su Amado. 13. - Fray Elías, Ministro General, le trataba con ca– riño y solicitud de madr,e. Nunca tuvo Francisco nada que reprocharle sino agradecerle mucho las atenciones que le prodigaba. Parece ser que su gran genio le hacía apreciar

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