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216 LA ORDEN CAPUCHINA teca del convento de San Bernardino de Génova, que fué en parte derruído por los bombardeos aéreos (1942). Solía decir este ejempfar religioso que el amor a los libros le había librado de muchos hastíos, proporcionán– dole dulces consuelos. Ya anciano, como alguien le dijese por qué se entregaba con tanto ardor al estudio, respondió: re La falta de amor al estttdio fomenta la ociosidad y los vicios. Un libro es como un sacramento: nos confiere la gracia que tiene". C. - CONTROVERSISTAS, 9. - El Seráfico Doctor en sus r1Determinationes" se pregunta: ¿por qué los frailes han de dedicarse al estudio? Y responde que para la predicación y provecho de los frailes. De la predicación se ocupan muchos: pero hay una predicación de cultura y de elevación apologética, que se impone en muchas ocasiones, y para esto hace falta ma• yor estudio y oración: La Orden Capuchina, dada al mundo para ser luz y guía y sal de las almas, ha tenido no sólo muchos y grandes predicadores, sino muchos y grandes controversistas, que le han tejido una corona de laureles. La controversia tiene entre los Capuchinos una fina– lidad eminentemente práctica, y gira de preferencia en torno de los errores que se iban manifestando contra la doctrina de la Iglesia. Tales son: Protestantismo y sus de– rivados, Jansenismo, Quietismo etc. D. - PROTESTANTISMO. 10. - San Lorenzo de Brindis, modelo de controver– sistas se distinguió también en esta rama del saber. Su

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