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LOS ESTUDIOS TEOLOGICOS 213 Ahora bien, la caridad y el amor, como principio de ética y como principio místico, tieó,e en la Escuela Francis– cana una importancia fundamental; pues, según S. Buena– ventura, todo acto que no responde a la caridad como fuen– te y principio, está desprovisto casi de todo valor. Wadingo ("f 1657) refiriéndos,e a nuestro instituto dice: Vere illa sodalitas ac tempestate viros hab11it integritate ac prudentia doctrinaqtte praestantes". En los comienzos de la Reforma no se habló de estu– dios en nuestra Orden; sin duda, porque los que venían de la Observancia eran por lo regular hombres sabios y doc– tos. Sin ,embargo, desde antes y sobre todo después del Con– cilio de Trento, cultivamos todo lo referente a las cien– cias sagradas. A. - TEOLOGIA DOGMATICA. 1. - Los primeros lectores propendieron a la ense– ñanza de San Buenaventura; pero por lo general los teó– logos tratan de conciliar la doctrina del Seráfico Doctor con la del Doctor Sutil y con la del Angélico. Son raros los teólogos que desde principios del siglo XVII, no bus– quen una armonización en las teorías de ,escuela. 2. - El primero de nuestros grandes autores, en orden cronológico, es Francisco Titelmann (t 1537). Luego, Je– rónimo de Pistoia (t 1570); primer maestro de Teología en la escuela teológica de los capuchinos establecida en Roma en el año 1567, a raíz de las instrucciones emanadas por el Conci,lio Tridentino. Despi,erta en sus alumnos un gran aprecio por el sistema y doctrinas bonaventurianas. 3. - Controversista y teólogo eminente, escribió so– bre las formalidades de Escoto. Fué teólogo de S. Pio V. En una de las sesiones del Concilio de Trento, habló sobre

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