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174 LA ORDEN CAPUCHINA varra, descolló por su santidad fray Miguel de Cirauqui que murió en Los Angeles en 1904. G. - ÁRAUCANIA. 33. - El convenio del gobierno de Bulnes que trajo a Chile aquellos doce misioneros italianos en 1848, perduró en sus efectos hasta hoy. El objeto era evangdizar la Arau– cania que está situada al septentrión del Ria Imperial y Cautin y al oriente dentro de los Andes. Al occidente tiene el Pacífico y al mediodía el lago Llanquihue. 34. - Los franciscanos fundaron muchos puestos mi– sionales entre los araucanos desde mediados del siglo XVI. El 1 Q de En.ero de 1849 estaban los capuchinos ita,lianos en Valdivia, dispuestos a emprender su obra. Tomaron a su car– go las estaciones misionales de Valdivia, S. José de Mariqui– na, Quinchilca, Rio Bueno, Daglipugli, Quilacahuin, Co– yunco, San Juan de la Costa, Filmayquén y Trumagh. La mayor parte eran misiones asoladas a causa de las continuas irrupciones de los indios. Es heroica la historia de su apos– tolado. El P. Octaviano de Niza (t 1903) se retiró a una montaña con los indios para vivir con ellos; aprendió el araucano y les hablaba familiarmente en su propia: lengua. Escribió una gramática, que no se imprimió. 35. - El P. Plácido de Varceno se ahogó al atravesar un río en Julio de 1881; esa suerte tuvieron también otros misioneros; pero la evangelización fué progresando gracias a las expediciones evangelizadoras que luego vinieron. La segunda expedición formada por unos diez religio– sos, llegó en 1853. Las provincias italianas muy castigadas por las revuel– tas políticas como ya se dijo, entregaron esta misión a los capuchinos españoles en 1889.

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