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LOS CAPUCHINOS EN NUESTRO HEMISFERIO . CAPITULO VIII LOS CAPUCHINOS EN NUESTRO HEMISFERIO A. - ANTIGUAS MISIONES EN SURAMERICA. 163 l. - Entr,e las provincias capuchinas que sobresalie– ron en la evangelización de América Meridional, tienen un lugar de preferencia las españolas. Ya en el siglo XVII ha– bían fundado misiones que alcanzaron un muy a,lto nivel. Así en el Río Amazonas, Urabá, Darién, Cumaná, Caracas, Trinidad, Guayana, Orinoco, Maracaibo, Santa Marta, Río Hacha y en el Valledupar. 2. - En el siglo XVIII subsistían las misiones del Apure y Meta, Bogotá y Habana. Los apartados llanos, la tupida y enmarañada manigua, las regiones más peli– grosas y pobladas por fieras y tribus salvaj.es , fueron los campos preferidos de su apostolado; han impreso sus hue– llas en el desierto, en la selva virgen y en la estepa. Les vemos en efecto en la región amazónica en 1645; en 1646 fray Francisco de PaJ;I1plona, lego capuchino, funda· la mi– sión del Darién; en Cumaná brilla por su celo el Vble. Padre José de Carabantes en 1650. Actualmente los capuchinos de la provincia de Va– lencia están radicados en las islas de San Andrés y· Provi– dencia, pertenecientes a Colombia.

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