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156 LA ORDEN CAPUCHINA CAPITULO VII EN NORTE Y CENTRO AMERICA Franciscanos y Dominícos acompañaron a los conquis– tadores de America. Pronto el suelo del Nuevo Mundo se vió también hollado por la sandalia del capuchino, quien ha merecido no pocos méritos ·en la evangelización del continente. A. - CANADA. l. - Puede afirmarse que los Capuchinos sostuvieron espiritualmente y ayudaron materialmente a los primitivos colonos radicados en la Península de Acadia (hoy Nueva Escocia). Arribaron allí en 1632 con el almirante De Ra– zilly. Su acción benéfica y caritativa se prolonga en aque– llas tierras por espacio de 23 años, hasta que, a causa de las guerras y consiguientes tratados entre las potencias eu– ropeas, tienen que abandonar su querida misión en 1654. 2. - A fines del siglo XVIII los capuchinos irlan– deses reinician las tareas apostólicas; de entre ellos me– rece s,er recordado Mons. Luis Connolly, Arzobispo de Ha– lifax desde 1859 a 1876. De Acadia los Capuchinos se internaron tierra adentro, penetrando hasta Quebec, en donde imprimieron huellas indelebles de franciscanismo. Vemos en efecto (por no citar más que un solo ejemplo) al P. Columbano Messner, ti– rolés, ejerciendo durante quince años su ministerio entre los inmigrados alemanes de Ontario.

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