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130 LA ORDEN CAPUCHINA En cuanto a fray Pedro y fray Miguel, debían hacer un año de noviciado en Roma (1) . PASAN LOS ALPES, 13. - La Corte de Francia y el Cardenal de Lorena, por medio del Embajador francés en Roma, desarrollaron una eficaz acción diplomática tendiente a la abolición del decreto que prohibía la salida de los Capuchinos de sue– lo italiano. En 1574 Gregorio XIII les concedió plena libertad de expansión. Diez capuchinos se aparejaron inmediatamente para partir hacia París, bajo las órdenes del P. Pacífico de San Gervasio, ex Comisario Provincial de Milán y Comi– sario General de Apulia. 14. - La Orden Capuchina se pone así en contacto con un mundo nuevo, un nuevo estado de cosas, y entra a ser factor importantísimo en el desarrollo de los aconte– cimientos históricos de esa época turbulenta de la vida de Francia. Los Capuchinos se hospedaron en Saint Honoré, resi– dencia donada por la R,eina Madre, Catalina de Médicis. El convento de Picpus fué abandonado, quizá por los recelos que suscitaba en otras comunidades. EL COMISARIO GENERAL DE FRANCIA. 15. - Después de aquella fundación, otras se llevaron a cabo. La nueva Orden prosperaba y daba óptimos fru– tos también en tierras de Francia. El Cardenal de Lorena quiso que fueran a Meudon. Otros fueron enviados a ( 1) Cfr. Bullarium Capuccinorum, v. pág. 23.

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