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CAPÍTULO XIII ISABEL ENCUENTRA A SAN FRANCISCO En el año en que nació santa Isabel, 1207 , a muchos kilómetros de distancia, en los verdes y luminosos valles de Umbría, en concreto en Asís, Francisco , el hijo del avaro comerciante Pedro Bernardone , tomaba la gran resolución que sería trascendental para su vida y el principio de una primavera evangélica para la Iglesia. Con heroísmo caballeresco rompió valiente con la pandilla frívola y juerguista , arrinconaba para siempre sus ambiciones humanas de grandeza para las que hasta entonces había vivido y daba un «sí» de incondicional disponibilidad a la llamada del Señor. Isabel y Francisco no llegaron a conocerse personalmente . Sin embargo, como tendremos ocasión de comprobar, las circunstancias hicieron posible que estas dos personas consumidas por el mismo amor a Cristo pobre y su evangelio, mantuvieran alguna relación a través de terceras personas . La Orden Seglar Franciscana, experimentó en los primeros años de su nacimiento una rápida expansión , similar a la que tuvieron los frailes menores. Donde estos plantaban su humilde capilla y pobres tugurios muy pronto y a su sombra florecía una fraternidad seglar franciscana, un grupo de fieles que sin abandonar familia y profesión, ensayaban vivir en clave seglar el estilo pobre, alegre y evangélico de Francisco . 79