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Durante la velada nocturna y cuando ya la cerveza negra había hecho su efecto , se elevó la euforia en los caballeros más de lo razonable y con ella la locuacidad. Uno de los caballeros se atrevió a dirigirse a Luis en estos términos desenfadados , « por qué señor, no hacéis como otros príncipes? No podéis tener siempre a vues– tra esposa, y resulta excesivamente duro, privarse de las exigen– cias del cuerpo)) . Luis optó en los primeros momentos por no dar mayor importan– cia al requerimiento. Como puede suponerse el caballero se refería a la costumbre, bastante extendida en la Edad Media, que aunque fuera muy frecuente , no dejaba de ser flagrante infidelidad. Como otro de los caballeros volviera a la carga, Luis, visiblemente molesto por la insistencia, ya rayana en lo insolente, se limitó a decirles: « Si estimáis en algo mi amistad, no continuéis con ese tema; tengo esposa y por ninguna mujer del mundo le sería infieln. Sobran comentarios para resaltar el puesto exclusivo y excluyente que ocu– paba Isabel en el corazón de Luis 15 . Isabel y Luis vivieron su matrimonio como un gozoso compartir. Podemos recoger abundantes datos entre los biógrafos de la época sobre este segundo aspecto de su vida conyugal. A través de ellos se comprueba con asombro la profunda compenetración de sus personas. Fue lo más parecido a lo que dice san Lucas de los miembros de la primera comunidad de Jerusalén, «tenían un solo corazón y una sola almai>. Entre ellos nunca hubo un «yo» y un «tu» distantes y acotadores de derechos y obligaciones, hubo siempre un «nosotros» comunitario que les hacía ver de manera espontánea y natural «todo» de los dos. El intenso amor mutuo y su capacidad de sacrificio, facilitó la destrucción de las barreras que en otros matrimonios levanta el in– dividualismo receloso , insolidario y enemigo de permitir el acceso del otro o de la otra a determinadas zonas de los sentimientos, de las ideas o de iniciativas y dedicaciones que desean conservar exclusiva– mente personales. 15 Fray Cesáreo de Hasterbach, Vida de santa Isabel 73. 68