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Cerraba el desfile nupcial el joven duque Luis, alto , esbelto con paso solemne y visibles muestras de emoción y felicidad. Vestía una túnica blanca bordada en oro, manto rojo y corona ducal. Iban a su lado la duquesa madre Sofía y los hermanos. Por su belleza y juventud, por la gracia de sus movimientos y el fabuloso atuendo , la pareja de Luis e Isabel parecía arrancada de las páginas de un cuento de hadas. Recibió a los novios en la puerta de la capilla monseñor Naum– burg acompañado de numerosos obispos y abades , todos con capas pluviales y tocados con sus mitras. La mayor parte del inmenso gentío que seguía al cortejo tuvo que contentarse con seguir la ce– remonia desde la explanada del castillo . A la entrada del templo el obispo celebrante, ofreció a los novios agua bendita en el hisopo y les acompañó hasta el presbiterio, donde ocuparon los reclinatorios profusamente adornados de flores y rematados con el escudo del principado de Turingia. En el solemne marco de la eucaristía, Luis e Isabel, con las manos unidas , mirándose intensamente a los ojos, y con los corazones re– bosantes de ternura y emoción, pronunciaron las palabras de entrega mutua : «Yo Luis ... Yo Isabel. .. te recibo como esposa... te recibo como esposo... y prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida» . Las palabras de los jóvenes esposos tan cargadas de amor y sinceridad , debieron resonar en el templo con una vibración espe– cial , como palabras dichas con todas las fibras del corazón y con toda la resonancia de sus almas. Los festejos extraordinarios, numerosos y variados se prolonga– ron durante varios días. Nobles y pueblo llano disfrutaron con el mismo entusiasmo y regocijo: unos tomaban parte en los bailes re– gionales y los nobles, sobre todo , en las justas y torneos donde tuvieron ocasión de lucir su elegancia y destreza en el uso de las armas. Luis e Isabel participaron en numerosas atracciones. Con ocasión de estos festejos el pueblo tuvo ocasión de comprobar y admirar la gracia y perfección con que su joven duquesa interpretaba los bailes y danzas regionales. 58