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El cuerpo de Isabel no volvió a su primitivo sepulcro bajo las losas de la iglesia. Después del desfile interminable de fieles , finalizada la eucaristía, quedó provisionalmente en su caja de zinc, recubierta por otra de madera. Con los abundantes donativos recibidos , sobre todo el día de la canonización , se mandó fabricar una urna sencilla pero artística y más a propósito para estar expuesta en la Iglesia a la veneración de los fieles . Cuando se construyó la grandiosa basílica en honor de la santa, la primera urna fue reemplazada por otra mucho más artística . Desde el uno de mayo de 1236 en que reciben refrendo oficial las peregrinaciones, al sepulcro de santa Isabel, se hacen cada vez más frecuentes y numerosas. Marburg se convierte en un lugar santo , porque tiene la gran suerte de custodiar el cuerpo de la santa duquesa de Turingia. Por todos los caminos y desde todos los rinco– nes de Centroeuropa afluyen romeros a la ciudad del Lahn. Las peregrinaciones se hacían casi diarias en las estaciones de primavera y verano, cuando la dura climatología de Europa central es más benigna. Los biógrafos de la época hablan de que era frecuente , casi habitual, encontrarse por los caminos grupos numerosos de devotos de Santa Isabel que poblaban los aires con sus rezos y canciones religiosas. La santa impactaba profundamente a los devotos por su juventud casi enternecedora, con su entereza en no dejarse engullir por la vida frívola e insustancial de la corte, por su fortaleza en las situaciones dramáticas y sobre todo por su actitud dulce , acogedora, y sacrificada conque se entregó al servicio de indigentes y enfermos hasta com– partir su mismo estilo de vida pobre. Además del atractivo y garra de su personalidad, Isabel atraía por sus milagros. Estos se le escapaban de las manos a chorros. Los fieles hallaban ante el sepulcro respuesta y alivio a sus múltiples necesidades e interpretaban la generosidad de sus manos bienaven– turadas y bondadosas como signo de lo mucho que la amaba el Señor. La fama y popularidad de Isabel en la cristiandad de entonces hicieron que numerosos hospitales y centros asistenciales se acogie- 217

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