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CAPÍTULO XXIX ENSAYO FRUSTRADO DE FRATERNIDAD A santa Isabel le sucedió algo parecido a san Francisco. Jamás pasó por su cabeza la idea de fundar un instituto religioso. Pero la ejemplaridad de su vida, su absoluto y heroico desprendimiento , el amor apasionado a Jesucristo y su entrega generosa a los pobres y enfermos, conmocionó espiritualmente a la comarca de Marburg y despertó en todos , pero de manera especial en las jóvenes, el deseo y la ilusión de una vida mejor y más entregada a los demás. Lo dijo con otras palabras el hospedero de Marburg al mensajero del rey Andrés: «Todos quieren encontrarse con ella y quedan profunda– mente impresionados ... y su ejemplo hace que muchos señores y pobres cambien de vida». Es interesante conocer el estilo de vida que comparte Isabel con el pequeño grupo unido a ella desde los primeros días de su estancia en Marburg. No se rigen por ninguna regla o normas escritas. Isabel es la regla viviente que tratan de imitar todas . En aquella comunidad, en formación, no hay lugar para el abu– rrimiento. Reservaban las primeros horas para la oración, luego to– maban un frugal desayuno y nuestra santa repartía las tareas. Unas ocupaban todo su tiempo en la atención de los enfermos del hospital 159