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contrario, con la circunstancia agravante de que la viuda y los huérfanos, víctimas de tu ambición , son la viuda y los huérfanos de tu propio hermanan . «Con una crueldad imperdonable les has privado de sus legí– timos derechos, les arrojaste despiadadamente del castillo y aún te ensañaste con e llos cerrándoles las puertas de todos los hoga– res de Eisenach y sus contornosn 25 . A continuación Rodolfo de Varila exigió al duque en nombre de todos los caballeros leales a Luis el reconocimiento de los legítimos derechos a Isabel y a sus hijos, y que fueran rehabilitados y devueltos al castillo con todos los honores. Es difícil conocer los sentimientos encontrados que provocó en el corazón de Enrique el alegato sereno, pero firme y acusatorio , del señor de Varila. ¿Temió que si optaba por posturas de fuerza podía originar una sublevación popular y dar con sus huesos en la cárcel?. Estaban aún frescas las demostraciones de cariño del clero , nobles y pueblo hacia su hermano Luis el día del entierro . O tal vez ante el cadáver de su hermano, ¿reconoció honradamente que había ido demasiado lejos en su ambición, y debía dar marcha atrás y rehabi– litar a la esposa e hijos de Luis? Sólo Dios y el propio Enrique podrían contestar a estas preguntas. La realidad fue que el duque usurpador mantuvo actitud, externa– mente tranquila, mientras escuchaba las palabras gravemente acusato– rias de Rodolfo de Varila. Cuando éste concluyó , se limitó a reconocer ante los caballeros que se había portado de una manera injusta y despiadada con Isabel; que había usurpado unos derechos sobre e l ducado de Turingia que pertenecían con toda claridad a Herman , primogénito de Luis. Luego manifestó las mejores disposiciones para reparar cuanto antes los pasados atropellos. En la misma reunión se fijó la fecha en que debía celebrarse el acto oficial de reconciliación . Personalmente a Isabel no le hacia mucha ilusión la idea de volver al castillo . Reavivaría recuerdos muy dolorosos y felizmente cicatriza- 25 Von Apolda, T. D. , Escritos sobre santa Isabel 60. 144
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