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Antes de atravesar la frontera se hizo una pequeña parada. Allí debían despedirse todos los familiares que acompañaban a los cruza– dos. Luis bajó del caballo; Isabel intentó hacer lo mismo pero se adelantaron los brazos diligentes y cariñosos de su marido que la cogieron en volandas hasta colocarla con toda delicadeza en el suelo. Con uno de los brazos la mantuvo estrechada contra su pecho , y con la otra le enseñó el anillo que llevaba en el dedo . Era su sello y en él aparecía gravado en un zafiro la imagen de Jesús con una bande– ra. «Fíjate bien querida -le dijo con inmensa ternura- el sello de este anillo será siempre para ti la comprobación de que las noti– cias que te llegan sobre mi persona son ciertas" Isabel asintió con un gesto de cabeza; por la inmensa tristeza estaba como paralizada. De manera casi desesperada e instintiva se fundieron a continua– ción en una fuerte abrazo. Isabel lloraba y Luis se hacía fuerte para no hacer lo mismo, consolaba a su esposa con palabras tiernas , hablándola de lo felices que serían cuando volvieran a abrazarse a su regreso. Con esfuerzo heroico Luis logró desprenderse de los brazos de Isabel. Subió al caballo y dio la orden de ponerse en marcha sin dejar de mirar a su esposa. Isabel apoyando su debilidad en las doncellas, no apartó su vista de los expedicionarios hasta que se perdieron en el horizonte envueltos en la nube de polvo que levan– taban los cascos de los caballos. Desde que se despidió de Luis, la existencia de Isabel sufrió una profunda transformación. Sin la presencia y cercanía del esposo que amaba con todas las fuerzas de su alma, tenía la impresión de que en adelante estaba condenada a vivir en espantosa soledad. Cuando regresó al castillo , guardó en las arcas, los trajes y adornos de prin– cesa y vistió una indumentaria más sobria, de la que no se despojaría hasta sustituirla por el hábito de terciaria regular. Isabel acababa de hacer una renuncia heroica por amor a Dios ... pero el camino empedrado de renuncias y sufrimientos sólo había empezado de verdad. Y sería muy largo. 104