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aquí piensa Francisco en las cualidades internas Y religiosas, no en una posición jurídica. 94. 2 Celano l52 (X, 218). 95. 1 Celano 39 (X, 31). 96. Ibid., 45 (X, 35). 97. Opúsculos, passim; por ejemplo, la Regla no confirma- da,5 (Analekten, 4 s.). 98. 1 Celano 72 (X, 54). 99. Ibid., 54 (X, 41). 100. Exhortación, 11 (Analekten, 30) y Exhortación, 2 (Ana- le/cten, 28}. Cfr. más arriba, la pp. 27-28. 101. 1 Celano 104 (X, 81). 102. Regla no confirmada, 6 (Analekten, 5). 103. Crónica de los 24 Generales (Anal. Francis., III, p. 31). 104. 2 Celano 22 (X, 144). 105. 1 Celano 57 (X, 43). 106. Por eso mismo recibía también en su orden hombres nobles y letrados, 1 Celano 57 (X, 43). 107. Carta a todos los fieles, 8 (Analekten, 36). 108. 1 Celano 104 (X, 81). 109. 2 Celano l53 (X, 219). 110. 2 Celano l88 (X, 238). 111. 2 Celano 143 (X, 212 s.). 112. K. EssER, o. F. M., Gehorsam und Freheit, en WissWeis 3 (1950) 142-150. ID., Das "ministerium generale" des hl. Fran– ziskus von Assisi, en Franz stud. 33 (1951) 329-348. 113. Saludo a las virtudes (Analekten, 43). Cfr. Testamento, n. 21 (Analelcten, 27). 114. 1 Celano 101 (X, 76); 1 Celano 46 (X, 36); 1 Celano 62 (X, 47 s.). 115. Cfr. Analekten, p. 58 s. 116. Sin embargo, es significativo que en la Regla definitiva se acentúa la autoridad personal del Santo con mucha mayor intensidad que en la anterior redacción. 117. Leyenda de los Tres Compañeros, VII (p. 43). 118. 1 Celano 79 (X, 59). 119. LEMMENS, Testimonia minora saec. XIII de s. Francisco Assisiensi, Quaracchi 1926, p. 29. 120. Cfr. JoERGENSEN, Der hl. Franzislcus van Assisi (Kemp– ten 1908), p. 6211. 121. 1 Celano 79, 81, 58 SS. (X, 59, 60, 44 SS.). 122. 2 Celano 95 (X, 187) : «Todas sus intenciones y afectos los concentraba en lo único que pedía a Dios». El traductorr francés de Celano, Fagot, traduce libremente el pasaje, pero da muy bien el sentido cuando dice : «con corazón múltiple y soberanamente simple». 123. Saludo a las virtudes (Analekten. 43). 124. La situación sicológica y espirttual del hombre de hoy no puede resumirse exhaustivamente en una fórmula única. Pe– ro, se toca algo esencial y caracterristico de la tota,lidad de su destino, cuando se dice que el hombre de b.oy es el resultado 89