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Incluso para la tarea que indicábamos al comienzo de estas reflexiones : llenar de contenido la palabra y la predicación, a fin de que impresionen 12s. 4.-Hay algo de lo cual todavía no hemos hablado : la importancia del Laicado •en la edificación del Reino de Dios. En su intimidad, la piedad del católico y santo Francisco de Asís no es clerical 126, El hecho de que él mismo no fuese sacerdote, no es más que la prueba ex– terna de ello. Francisco es el modelo más auténitico que puede darse de una Acción Católica m. Y, ya para terminar, ¿podríamos encontrar una pa– labra, que, hasta cierto punto, sintetizase lo que es este gran Santo? 12s, Dice Celano: "Mientras su cuerpo peregrinaba aún lejos del Señor, logró este hombre de Dios que su espí– ritu viviese ya habitualmente en el cielo. El era ya un conciudadano de los ángeles, de cuya compañía sólo le separaba la ,ténue pared de su carne. .. Cada fibra de su corazón :era una ofrenda de expiación a su Salvador" 129, En la hora sublime de la impresión de la llagas, se puso de manifiesto esta amoroso-dolorosa unión con el Amado ausente. Aquí vemos lo más íntimo del Pobre– cillo de Asís : Espefo viviente del Amor crttcificaclo En la medida en que podemos decirlo de un hom– bre, Francisco de Asís recibió la gracia de poder soportar en sí la renovación del misterio de la Cruz. 61