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46 Fray Enrique de Almazara del P. Eloy de Orihuela, Guardián, Defi– nidor y Maestro de novicios del conven– to de Massamagrell. Hizo su profesión temporal el 1 de septiembre de 1929, en Ollería, en manos del P. Pío de Valencia, guardián. Emitió su profesión perpetua el 17 de septiembre de 1935, en Orihue– la. La revolución le sorprendió siendo diácono y cuando se preparaba para re– cibir el sacerdocio. "Era de tempera– mento jovial y dócil". Entre sus compa– ñeros religiosos "gozaba de fama de piedad. Era hombre de vida interior y tenía una devoción grande a san José. Era amante de la liturgia. Se dedicó al estudio de la música sagrada con el fin de dar esplendor al Culto divino. Se dis– tinguía en el coro por su devoción en el canto de las horas canónicas. Era tem– plado y mortificado en las comidas, siendo, por lo demás, muy humilde, des– tacando por su conducta y sumisión... Se le recuerda, además, "como fiel ob- servante de las Reglas y Constituciones, tanto en los actos diurnos como en los nocturnos". Al estallar la revolución se había re– fugiado en casa de sus padres, preparán– dose para el martirio con la oración y el estudio y con gran serenidad y ánimo. Un día del mes de agosto de 1936, se presentó en su casa una pareja de mili– cianos, que lo detuvieron y lo llevaron al cuartel de la Guardia Civil, habilitado para cárcel. D. Miguel Pesudo, compa– ñero de prisión de Fray Enrique, dice que "trató con Fr. Enrique como com– pañero de prisión, observando en él que conservaba siempre un carácter jovial y alegre. Conformado, además, con la santa voluntad de Dios". De allí fue sa– cado el 16 de agosto de 1936, y condu– cido, con un grupo de seglares, al lugar denominado "La Pedrera", en la carrete– rª- de C~stellón de la Plana a Benicasim, donde serían asesinados al grito de: ¡ "Viva Cristo Rey!". -

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