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el 21 de abril de 1930, en manos del Rvdmo. P. Melchor de Benisa, Ministro general de la Orden. Se ordenó de sa– cerdote en Roma el 26 de marzo de 1932. De regreso a España, después de conseguir el doctorado en teología en la universidad Gregoriana, fue nombrado vicedirector del seminario seráfico de Massamagrell. En su corta vida religio– sa se distinguió por su devoción a la Vir– gen, por su sencillez y obediencia, por su humildad y como hombre de profun– da vida interior. "Era de carácter bon– dadoso y de temperamento vivaz... Era considerado por los fieles como un reli– gioso ejemplar. .. A pesar de sus cuali– dades de ciencia y de su virtud se mos– traba siempre humilde y sencillo... Se ocupó siempre en trabajos apostólicos propios de su condición de religioso", dicen de él sus hermanos en religión. Al estallar el Movimiento Nacional, el P. Santiago se ocupó de poner a salvo a los seminaristas que tenía a su cuida– do, luego buscó refugio en su pueblo de Rafelbuñol. Aquí, el comité local lo pu– so a trabajar como peón en las obras que Fr. Santiago de Rafelbuñol se realizaban entonces en la casa Aba– día, sacando escombros de la iglesia pa– rroquial, llevando una vida normal. Un día tuvo noticias de que sus hermanos habían sido detenidos por el comité y sus vidas corrían grave peligro. Se dijo: "Me voy al comité a ver si deteniéndo– me a mí sueltan a mis hermanos". Al personarse en el comité fue detenido junto a sus hermanos y hecho prisionero el 26 de septiembre de 1936, confesan– do en el lugar de la prisión a todos los presos. La noche del 28 al 29 de sep– tiembre, los presos fueron conducidos al cementerio de Massamagrell, al pasar por delante de la iglesia de la patrona, la Virgen del Milagro, aclamaron a la Vir– gen y llegados al cementerio, al grito de ""Viva Cristo Rey!"" fueron fusilados. Asesinado junto a sus hermanos, el P. Santiago fue sepultado en una fosa común en el cementerio de Massama– grell. Exhumados sus restos e identifica– dos después fueron trasladados luego al panteón de los caídos de Rafelbuñol. Hoy descansan en la capilla de los Már– tires Capuchinos del convento de la Magdalena, en Massamagrell. : \ 41
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